El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, aseguró hoy que la política monetaria de la entidad comunitaria seguirá siendo expansiva el tiempo que sea necesario.

El Banco Central Europeo recortó hoy sus tasas de interés por primera vez en 10 meses, impulsado a actuar ante una economía muy débil, pero con cierta libertad para hacerlo debido a una brusca moderación de la inflación.

El BCE rebajó su principal tasa de interés en un cuarto de punto porcentual a un nuevo mínimo histórico de 0,50% en respuesta a un enfriamiento de la inflación, bastante debajo de su meta, y un aumento constante del desempleo.

En la rueda de prensa ofrecida tras la reunión del consejo de gobierno en Bratislava, Draghi pronosticó que la economía de la zona del euro se recuperará de forma gradual en la segunda mitad del año y consideró que existen riesgos a la baja para el crecimiento.

Según Draghi, estos riesgos “incluyen la posibilidad de una demanda doméstica y global más baja y una puesta en práctica insuficiente de las reformas estructurales en la zona euro”.

“Estos factores tienen el potencial de mermar la confianza y por lo tanto posponer la recuperación”, explicó el presidente de la BCE, antes de destacar que la economía de la zona euro se ha contraído ahora durante cinco trimestres consecutivos.

El Producto Interior Bruto (PIB) real se contrajo un 0,6% en el cuatro trimestre de 2012, después de la contracción del 0,1% el trimestre anterior, precisó.

“Es esencial que los gobiernos intensifiquen la implementación de reformas estructurales al nivel nacional, basado en el proceso hecho con la consolidación fiscal y procediendo con la recapitalización de la banca donde sea necesaria”, manifestó el italiano ante la prensa internacional en la capital eslovaca.

En cuanto a la inflación en la zona euro, Draghi destacó que el índice armonizado de precios fue del 1,2% en el pasado mes de abril, frente al 1,7% en marzo.

En ese sentido, reconoció que “las tasas de inflación podrían seguir siendo objeto de cierta volatilidad durante el año”.

El objetivo del BCE es la estabilidad de precios, establecida en el 2%, una meta que según Draghi debería cumplirse “en el medio plazo”.