Las agencias calificadoras Moody’s y Standard and Poor advirtieron hoy a EE.UU. que no es suficiente haber evitar el abismo fiscal para rescatar la mejor nota de su deuda soberana y que le quiten también la calificación de “negativo” al panorama de sus pasivos soberanos.
El acuerdo de última hora aprobado el martes para sortear aumentos de impuestos potencialmente devastadores y recortes de gastos aclara el déficit a medio plazo y la trayectoria de la deuda del gobierno federal, dijo Moody’s en un comunicado.
Sin embargo, no da una base para una mejora significativa de los ratios de deuda del Gobierno a mediano plazo, aseguró la agencia.
“Nuestra postura calificadora es de esperar y ver cuál será el resultado de todo esto en los próximos meses, antes de tomar cualquier decisión sobre el panorama de la calificación o de la misma calificación”, dijo Steven Hess, analista principal de crédito soberano de Estados Unidos de Moody’s.
La reducción de los déficit presupuestarios de Estados Unidos y colocarlos en un largo plazo, con tendencia a la baja, es necesaria con el fin de devolver el panorama crediticio del país a estable desde negativo. Moody’s afirmó que si esto no se revisa, puede haber una baja en la calificación.
La agencia de calificación Standard & Poors’s, por su parte, decidió también mantener la nota de EE.UU., que rebajó en agosto de 2011 a AA+, pese al acuerdo alcanzado por el Congreso norteamericano.
"Pese a que el compromiso del Congreso, diseñado para evitar el abismo fiscal, puede favorecer la aún frágil recuperación económica, eso no afecta a nuestra visión sobre la perspectiva crediticia del país, dado que el acuerdo de ayer hace poco por poner las finanzas públicas en un camino sostenible en el medio plazo", indicó S&P en un comunicado.
Por lo tanto, la agencia mantiene la calificación AA+ con perspectiva negativa que impuso a la deuda estadounidense a raíz de las largas discusiones para aumentar el techo de deuda y que pusieron a la primera economía mundial al borde de la suspensión de pagos.
Tal como dijo entonces, S&P considera que el marco legislativo y político en Estados Unidos "se ha vuelto menos predecible y estable", como han demostrado las negociaciones del Legislativo, que hasta la madrugada del día de Año Nuevo no consiguió un acuerdo para frenar el "abismo fiscal" que iba a desencadenarse con el comienzo de 2013.