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Hace una semana, trascendió en el mundo entero la noticia del atentado contra la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. El ataque ocurrió en el momento en el que llegaba a su domicilio en el barrio porteño de Recoleta, luego de presidir una sesión en el Senado.

El atacante fue identificado como Fernando Sabag Montiel, un hombre nacionalizado argentino, de origen brasileño, que tiene 35 años y posee una larga lista de antecedentes penales en el uso indebido de armas no convencionales, según confirmó el ministro de seguridad.

La noticia claramente llegó a todos los portales internacionales que se hicieron eco y cubrieron el evento. Uno de ellos fue el prestigioso diario estadounidense The Washington Post.

"Argentina evitó un baño de sangre. Pero, ¿cómo atenuar la virulencia de la derecha radicalizada?", tituló el renombrado medio internacional en su columna de opinión.

La contundente reflexión de un prestigioso medio estadounidense tras el atentado a Cristina Kirchner

El diario estadounidense introdujo su nota al hablar de los planes sociales que otorga el Estado y de los cientos de beneficiarios que "son el blanco de violencia retórica por parte de quienes los señalan como económicamente vagos".

Luego presentó a Fernando Sabag para señalar que es uno de los tantos que "abrazan esa lectura" y se oponen a los llamados "planeros": "Sabag no es el único ni el primero con esa mirada, nutrida en años de violencia social y retórica. Hace seis años, uno de los empresarios más importantes del país sugirió que "las chicas de 14 años se embarazan para cobrar un mango", señaló Ernesto Semán, autor de la columna de opinión.

Además, subrayó que entre los grupos de beneficiarios de asistencia social hay una relación "viciada": los millones que integran la economía informal y los sindicatos por un lado, y el Estado y sus representantes, por el otro.

Qué dijo el Washington Post sobre Cristina Fernández de Kirchner

"Fernández de Kirchner ejerce, sin duda, el liderazgo más relevante en la política argentina de este siglo (...). Es curioso, hoy a la vicepresidenta la aman y la detestan casi la misma cantidad de gente", apuntó.

Y agregó: "Su gobiernono cambió la estructura productiva ni amenazó a la propiedad privada, y muchos de los logros económicos se debilitaron al final de su mandato y se evaporaron durante la gestión de su sucesor, el millonario de derecha Mauricio Macri".

Luego de la eterna cuarentena, el atentado contra la vicepresidente de la Nación, dejó a Argentina - según expresa el medio internacional - "al borde de un baño de sangre". Y plantea que la duda es: ¿cómo atenuar la virulencia de la derecha radicalizada?

"El hecho de que este atentado no se concretara volvió a poner en manos de la vicepresidenta la posibilidad de decidir el futuro del país. ¿Podrá proveer ahora tranquilidad con la misma contundencia con la que antes logró agitar y canalizar el conflicto?", indicó.

Para finalizar, The Washington Post señaló que el gobierno tiene la necesidad de "ganarse el favor de muchos de los que hoy lo desaprueban sin poder ofrecerles beneficios materiales inmediatos". Además, hizo referencia a uno de los personajes de Flannery O´Connor para señalar que "es más fácil sangrar que transpirar" y que sí el país logra radicalizar la distancia entre los sectores y en el próximo atentado no se traba la bala, entonces habrá mucho para sangrar.