Ariana Grande brindaba un concierto ante miles de espectadores en el Manchester Arena cuando dos explosiones cundieron el pánico en la multitud, que desesperadamente corrió hacia las salidas.
Los miles de concurrentes fueron evacuados del estadio y las fuerzas de seguridad despejaron las inmediaciones, mientras intentan dilucidar si se trató de un ataque terrorista.
Según la Policía de Manchester, las explosiones dejaron muertos y heridos, aunque en su comunicado no informó la cantidad.