Apenas 24 horas después de que las autoridades argelinas dieran por concluido el secuestro en la planta gasística de In Amenas, en el Sáhara argelino, los detalles sobre las circunstancias que rodearon el desenlace y la cifra de víctimas se multiplican mientras prosiguen las operaciones para limpiar de explosivos las instalaciones. Cinco de los asaltantes han sido capturados con vida por las fuerzas especiales argelinas, mientras que otros tres han conseguido huir. El Ejército ha descubierto 25 cadáveres en la planta de Tigantourine; los cuerpos pertenecerían a rehenes asesinados por los terroristas. Aunque el Gobierno de Argel había informado este sábado de la muerte de 23 cautivos, el ministro de Comunicación, Mohamed Sad, avisó esta mañana de que el balance de víctimas mortales podría aumentar y que el definitivo se conocerá "en las próximas horas".

Mientras, el histórico líder yihadista Mojtar Belmojtar, presunto cerebro del secuestro masivo, ha reivindicado la acción en nombre de Al Qaeda y instado a Francia a poner fin a los bombardeos sobre el norte de Malí, ha informado este domingo la web de noticias Sahara Media citando un vídeo. "Nosotros [los de] Al Qaeda anunciamos esta bendita operación", dice Belmojtar en el vídeo. "Estamos dispuestos a negociar con Occidente y el Gobierno argelino si se pone fin a los bombardeos de musulmanes en Malí", añade el argelino Belmojtar. Sahara Media no ha colgado el vídeo y resulta difícil verificar la información.

En cuanto al impreciso balance de víctimas, Francia ha anunciado a través de su ministro de Defensa que los rehenes de esa nacionalidad "están vivos" y Londres ha informado de la muerte de tres británicos y la desaparición de otros tres, mientras que dos exrehenes argelinos aseguran que nueve japoneses fueron asesinados por los terroristas. La morgue del hospital de In Amenas, a 40 kilómetros de la planta de Tigantourine, alberga los cadáveres de 12 japoneses, mientras la compañía noruega Statoil, que opera la planta junto con la británica BP y la argelina Sonatrach, ha proseguido este domingo la búsqueda de cinco trabajadores noruegos desaparecidos. Durante las cerca de 80 horas que duró la toma de la planta por el grupo salafista “Los que firman con su sangre”, un total de 107 trabajadores extranjeros —22 de ellos, británicos— y 685 argelinos fueron liberados o consiguieron huir, ha indicado el Ministerio del Interior. Más de 24 horas después de concluido el secuestro, se calcula que dos docenas de trabajadores siguen desaparecidos.

Además de cinco yihadistas capturados vivos en las instalaciones de Tigantourine, los 32 terroristas muertos eran de seis nacionalidades distintas y procedían de países árabes, africanos y no africanos, ha informado la agencia estatal APS citando fuentes del Ministerio de Comunicación sin dar más detalles. Entre los yihadistas muertos estaría el líder del comando, Abdul Rahman al Nigeri, un nigeriano próximo al argelino Mojtar Belmojtar, cerebro de la operación.

El ministro de Defensa francés, Laurent Fabius, ha defendido la gestión de la crisis por las autoridades argelinas, no sin calificar el balance de víctimas como “muy alto”. “Es muy fácil decir lo que se podría haber hecho. Las autoridades argelinas tomaron una decisión y el balance [de víctimas] es muy alto, pero la situación era insostenible”, ha dicho Fabius este domingo. Y adelantó que "el objetivo es la reconquista total" del país

Mientras la prensa argelina saluda la determinación de las autoridades frente al ataque terrorista, empiezan a aflorar testimonios de rehenes que, salvados por el Ejército o porque osaron escapar por su cuenta, cuentan su trágica experiencia, informa Ignacio Cembrero desde Argel. En la capital del país se ha reforzado mucho la seguridad alrededor de las embajadas occidentales, empezando por la de Francia.

La UE condenó a través de un comunicado los "actos atroces de terrorismo" vinculados al asalto y toma de rehenes.