China ha dado un paso audaz en la protección del planeta al anunciar que lanzará este mismo año una misión destinada a desviar un asteroide que podría representar una amenaza para la Tierra.
El anuncio, realizado por Wu Weiren, diseñador jefe del programa lunar chino y académico de la Academia China de Ingeniería, tuvo lugar durante la Tercera Conferencia Internacional de Exploración del Espacio Profundo en septiembre de 2025. Wu destacó que más que un experimento puntual, el proyecto busca sentar las bases de un sistema integral de defensa planetaria con capacidad de alerta temprana para detectar, rastrear y neutralizar objetos espaciales potencialmente peligrosos.
La Tierra en peligro: cómo es el plan defensivo de China
El plan consiste en el envío de dos naves espaciales: la primera se acercará al asteroide para realizar un reconocimiento detallado y recoger datos esenciales sobre su estructura y movimiento; la segunda nave servirá como impactador cinético, colisionando intencionadamente contra el asteroide para modificar su órbita en una pequeña pero suficiente fracción, entre tres y cinco centímetros. Este mecanismo sería suficiente para evitar futuras colisiones con la Tierra.
El asteroide en cuestión, llamado 2019 VL5, mide aproximadamente 30 metros y pasa regularmente cerca del planeta sin representar peligro inmediato, aunque practicar esta maniobra es vital para estar preparados ante posibles amenazas reales.
Este proyecto chino sigue los pasos de la misión estadounidense DART, que en 2022 fue la primera en demostrar que la humanidad puede alterar la trayectoria de un cuerpo como Dimorphos, un satélite natural de un asteroide, lo que representó un hito para la defensa planetaria global. Si China consigue su objetivo con éxito, se convertirá en la segunda potencia mundial en lograr esta capacidad, consolidando su posición en la vanguardia tecnológica y estratégica en el ámbito espacial.
Más allá de esta misión puntual, el diseño del programa incluye la creación de un sistema completo de alerta temprana que no solo protegería a la Tierra, sino que también permitiría identificar objetos de gran interés científico. China ya avanza en otras iniciativas espaciales, como la misión Tianwen-2, que estudiará el asteroide 2016 HO3 con la ambición de recoger muestras de su superficie para traerlas a la Tierra, demostrando así una capacidad tecnológica de primer nivel.
Alarma por asteroides peligrosos para el planeta Tierra
El temor a impactos de asteroides ha sido un tema recurrente tanto en la ciencia como en la cultura popular, y con razón. Impactos históricos, como el que se cree extinguió a los dinosaurios hace 66 millones de años, y recientes estudios que han detectado impactos aún mayores en la antigüedad, evidencian las consecuencias catastróficas que un asteroide gigante podría causar, incluyendo tsunamis, cambios climáticos severos y extinciones masivas.
En el plano internacional, la defensa planetaria es un esfuerzo compartido. La NASA lidera con su Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria (PDCO) y misiones como DART y Hera, mientras la Agencia Espacial Europea desarrolla misiones complementarias. Organizaciones como la International Asteroid Warning Network (IAWN) coordinan la vigilancia global de objetos cercanos a la Tierra. Rusia también estudia métodos propios de defensa mediante misiles y diversas empresas privadas exploran tecnologías para contribuir en este campo.
Wu Weiren subrayó que, aunque existen tensiones geopolíticas, la defensa contra asteroides es un desafío que trasciende fronteras y requiere colaboración mundial, pues la supervivencia ante una amenaza cósmica es un interés común de la humanidad.
Con esta misión, China no solo avanza en la carrera espacial, sino que también promueve una iniciativa vital para la seguridad colectiva del planeta, creando un primer escudo planetario bajo su sello, pero abierto a la cooperación internacional para enfrentar juntos la peor amenaza que puede provenir del espacio.
