En varias ocasiones, el prestigioso físico definió escenarios críticos para la humanidad. En 2017 alertó que si no se reducen el consumo de recursos energéticos y la población sigue creciendo, la Tierra podría transformarse en una "bola de fuego" para el año 2600
Hawking también consideró que:
El cambio climático y el efecto invernadero descontrolado podrían llevar al planeta a condiciones inhabitables.
La IA sin límites, los armamentos nucleares y pandemias amplificadas por biotecnología representan riesgos existenciales
¿Por qué sus predicciones suenan más reales hoy?
Evidencia del cambio climático: Sequías extremas, olas de calor record y retroceso acelerado de glaciares concuerdan con los escenarios previstos.
IA rápidamente avanzada: Desde 2014 Hawking alertó sobre los peligros de una inteligencia artificial descontrolada. Hoy, sus predicciones están en el centro del debate regulatorio.
Conciencia sobre pandemias: La pandemia de COVID-19 evidenció lo rápido que una amenaza biológica puede propagarse, confirmando sus temores sobre virus modificados genéticamente.
¿Qué dice la ciencia actual?
Mientras NASA confirma muchas de sus advertencias, la agencia prefiere no respaldar plazos específicos como el 2600, aunque sí concuerda en que el calentamiento global es irreversible para esta generación
Además, instituciones de astrobiología y defensa planetaria ya realizan misiones como DART y estudian la colonización de Marte, alineándose con la visión de Hawking sobre un futuro multiplanetario
El mensaje principal: ¿por qué prestarle atención?
Según Hawking, estas amenazas no son imposibles; son el resultado del mal uso de la tecnología y la falta de acción climática urgente. Su advertencia más contundente fue:
"Aunque la probabilidad anual de un desastre es baja, el riesgo se acumula y se vuelve casi seguro a lo largo del tiempo"
Con esta idea, buscó subrayar que el tiempo para actuar es ahora, no décadas después.
¿Aún hay tiempo para revertir el rumbo?
Sí, pero requiere una respuesta global rápida y coordinada:
Reducir drásticamente emisiones de CO
Regular la IA y tecnologías emergentes
Fortalecer la vigilancia ante amenazas biológicas
Impulsar proyectos de exploración espacial y colonización planetaria