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A tan solo 300 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, en el partido de Rauch, se encuentra Egaña, un pequeño pueblo rural que esconde una joya arquitectónica: el Castillo San Francisco. Este destino poco conocido es ideal para una escapada diferente, donde la historia, el misterio y la tranquilidad se combinan a la perfección.

El Castillo San Francisco: una construcción con historia y misterio

Conocido también como el Castillo de Egaña,esta majestuosa edificaciónde estilo europeo fue construida entre 1918 y 1930 por Eugenio Díaz Vélez. Su imponente estructura cuenta con 77 habitaciones, 14 baños, dos cocinas, galerías, patios, un taller de carpintería y una terraza con mirador, reflejando el lujo y la sofisticación de su época.

Aunque actualmente está abandonado, el castillo sigue siendo un gran atractivo turístico, especialmente para los amantes de las historias de apariciones y fenómenos paranormales.

Se pueden realizar visitas guiadas los domingos mediante un bono contribución, permitiendo a los visitantes conocer de cerca su historia y arquitectura.

¿Qué hacer en Egaña?

Más allá del castillo, el pueblo de Egaña conserva la esencia de un clásico pueblo rural bonaerense. Entre sus atractivos se destacan:

  • La histórica estación de tren, que aún recibe carga dos veces por semana.

  • Almacenes tradicionales, ideales para conocer la vida cotidiana del pueblo.

  • La capilla local, reflejo de la identidad cultural de la región.

  • Caminatas por sus calles tranquilas, disfrutando del aire libre y la calma del entorno.

Con pocos habitantes y una atmósfera apacible, es un destino perfecto para desconectarse del ritmo acelerado de la ciudad.

¿Cómo llegar a Egaña desde Buenos Aires?

El viaje en autodesde CABA hasta Egaña dura aproximadamente cuatro horas. La mejor ruta para llegar es:

  • Tomar la Ruta Nacional 3 hasta Las Flores.

  • Seguir por la Ruta Provincial 30 hasta Rauch.

  • Desde allí, recorrer un camino de tierra consolidado hasta el pueblo de Egaña.

Si bien no hay transporte público directo, se puede llegar en tren o colectivo hasta Las Flores y luego continuar en taxi o vehículo alquilado.

Se trata de un destino poco explorado pero con un encanto singular. Su castillo enigmático, la paz de su entorno rural y la posibilidad de vivir una experiencia diferente lo convierten en una excelente opción para una escapada de fin de semana. Si buscas un lugar donde la historia y el misterio se entrelazan con la belleza de la provincia de Buenos Aires, este pequeño pueblo te sorprenderá.