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Un equipo de científicos de la Universidad de Griffith en Australia realizó un importante descubrimiento en la Isla de Borneo.Durante una excavación, encontraron un esqueleto de más de 31.000 años de antigüedad que mostraba evidencia de una intervención quirúrgicaen su pierna izquierda, lo cual despertó el interés de los paleontólogos.
Este hallazgo se considera la primera evidencia de amputación en la historia. Hasta entonces, el testimonio más antiguo había sido descubierto en un sitio neolítico en Francia en 2010, con una antigüedad de 7.000 años.
"Esta evidencia inesperadamente temprana de una amputación exitosa sugiere que al menos algunos grupos modernos de humanos forrajeros en Asia tropical habían desarrollado conocimientos y habilidades médicas sofisticadas mucho antes de la transición agrícola neolítica", describe el artículo publicado en Nature.
Un año más tarde, se revelaron nuevos detalles que podrían tener un impacto significativo en nuestra comprensión de las civilizaciones antiguas.

¿Qué información se obtuvo de los restos descubiertos en la Isla de Borneo?
Los restos fósiles revelaron que la amputación quirúrgica más antigua conocida se realizó durante el período neolítico, hace 31.000 años. A través de numerosos estudios, se determinó que el niño que fue sometido a esta intervención logró sobrevivir durante más de 9 años sin su pie izquierdo.
A pesar de la afectación en la articulación del tobillo, el descubrimiento del esqueleto indica un conocimiento rudimentario de la anatomía humana, mostrando capacidad de reducir el dolor, controlar el sangrado y evitar la mortalidad del paciente.
"Esta situación cambia nuestra comprensión de los conocimientos médicos", señaló Tim Maloney, paleontólogo de la Universidad de Griffith en Australia.

Increíble descubrimiento: ¿cómo fue la primera amputación quirúrgica de la historia?
El cuerpo carecía del tobillo y pie izquierdos, lo cual sugiere una amputación intencionada con un corte preciso y oblicuo en el hueso. Este tipo de corte indica que la amputación no fue accidental, sino una decisión consciente.
Lo más sorprendente es que el paciente aparentemente sobrevivió de seis a nueve años después de la cirugía, según las señales de reparación ósea.
Además, se observa un minucioso tratamiento posterior, que incluiría la limpieza, desinfección y vendaje regular de la herida para prevenir hemorragias e infecciones.
"Estos trabajos aportan una nueva visión sobre los cuidados y tratamientos que se prodigaban en un pasado muy lejano y modifican nuestra visión de que estos asuntos no eran tomados en consideración en la prehistoria", subrayó Charlotte Ann Roberts, arqueóloga de la Universidad de Durham.













