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El Gobierno nacional oficializó mediante la Resolución 2076/2025 de la Secretaría de Transporte una medida largamente esperada por los dueños de mascotas: desde ahora está permitido viajar con animales domésticos en micros y trenes de larga distancia bajo jurisdicción nacional.

La normativa busca cerrar una brecha que existía en la legislación argentina. Mientras que el transporte aéreo ya contemplaba esta posibilidad, quienes necesitaban trasladarse por tierra con sus mascotas enfrentaban restricciones o directamente la imposibilidad de hacerlo en servicios formales.

Mascotas en micros y trenes de larga distancia: un cambio que responde a una demanda social

Según informaron fuentes del Ministerio de Economía, la decisión apunta a “responder a la necesidad del sector” y armonizar las regulaciones entre distintos medios de transporte. La medida reconoce el vínculo cada vez más estrecho entre las personas y sus animales de compañía, una tendencia que se intensificó especialmente después de la pandemia.

De acuerdo con datos del sector veterinario argentino, aproximadamente el 80% de los hogares en el país tiene al menos una mascota, y el mercado de cuidado animal creció más del 40% en los últimos cinco años. Esta nueva regulación refleja una realidad social: las mascotas son consideradas parte de la familia y muchas personas evitaban viajar largas distancias por no poder llevarlas consigo.

¿Cómo funciona el traslado?

La resolución establece pautas claras pero flexibles. Cada pasajero mayor de edad podrá transportar un único animal doméstico, que deberá permanecer dentro de un contenedor o transportín cerrado durante todo el viaje. Este transportín podrá ubicarse sobre la falda del dueño, debajo del asiento delantero o en el asiento junto a la ventana, siempre asegurado con el cinturón de seguridad.

Entre los requisitos sanitarios obligatorios figura la presentación de la libreta de vacunación con la antirrábica vigente, además de cualquier otra documentación que exija la normativa provincial o municipal correspondiente. Estos certificados deberán estar disponibles tanto al momento de abordar como durante todo el trayecto si el personal lo solicita.

Responsabilidades compartidas

La normativa distribuye obligaciones entre pasajeros y empresas. Los dueños deberán garantizar el bienestar de su mascota y asegurarse de que no cause molestias a otros viajeros. Esto incluye cumplir con las recomendaciones del Programa Nacional de Tenencia Responsable y Sanidad de Perros y Gatos, una iniciativa que promueve la vacunación, esterilización y cuidado responsable de animales domésticos.

Por su parte, las empresas de transporte tendrán autonomía para definir condiciones específicas: podrán establecer restricciones según especie, raza, peso o tamaño del animal, así como determinar días, horarios y recorridos habilitados para este servicio. También deberán implementar protocolos de limpieza y desinfección posteriores al viaje para mantener las unidades en condiciones óptimas.

Infraestructura y costos

Las terminales de ómnibus, estaciones ferroviarias y paradas habilitadas deberán contar con espacios específicos debidamente señalizados para la espera y el abordaje de pasajeros con mascotas. Estos sectores deberán cumplir con las normas de seguridad e higiene vigentes.

Respecto a los costos, las empresas podrán cobrar una tarifa adicional “razonable” por el traslado del animal, acorde a las condiciones del mercado y del servicio. Esta tarifa deberá informarse de manera transparente, según lo establece la Ley de Defensa del Consumidor (Ley 24.240).

La resolución aclara que los perros guía o de asistencia para personas con discapacidad quedan excluidos de estas disposiciones, ya que se rigen por un marco legal específico (Ley 26.858) que les garantiza libre circulación sin restricciones ni costos adicionales.

Si bien la medida fue recibida positivamente por organizaciones de defensa de los derechos animales, las empresas de transporte deberán ahora adaptar sus operaciones. Esto incluye la modificación de sistemas de reserva, capacitación del personal y adecuación de espacios en terminales.

Algunas compañías ya venían realizando experiencias piloto en ciertos recorridos, lo que facilitaría la implementación. Sin embargo, la Cámara Empresaria del Autotransporte de Pasajeros (CEAP) aún no se ha pronunciado oficialmente sobre los desafíos operativos que implicará la nueva norma.