

Con un fallido intento por entrar a Aerolíneas Argentinas y un proyecto de crear una línea de cabotaje un tanto demorado, Carlos vila exhibe ahora una opinión formada sobre la situación de la aérea de bandera.
Su línea local, AeroVIP, sigue sin despegar, pese a conservar las rutas que tenía la empresa cuando pertenecía a la familia Agote y que cerró en 2002. Aún así, asegura que el proyecto está en marcha y que ya presentaron a la Secretaría de Transporte contratos de leasing de aviones Bombardier de 90 plazas para comenzar a operar en diciembre. Piensa en destinos turísticos y comerciales y dice que estará centrado en Punta del Este.
–¿Siguen interesados en participar en el proyecto Aerolíneas, con vuelos complementarios?
–No. Lo que queremos es terminar de consolidar lo que tenemos, porque es un negocio de altísimo riesgo. En un momento se volvió muy complicado mantenerlo, por el aumento del combustible, pero vimos la posibilidad de continuar.
–¿Pedirán subsidios al combustible para volar?
Sí. Lógicamente, todo lo que el Gobierno pueda aportar para hacer más viable la operación lo vamos a tratar de aprovechar. Ojalá se pueda concretar una real política aerocomercial, con los combustibles, los impuestos y una serie de beneficios.
–¿Qué opina del debate sobre Aerolíneas?
–Más que expropiarla, reprivatizarla o hacer una nueva, lo que me gustaría escuchar es cómo la administrará el Gobierno si se la queda. Cómo será su gestión, cuál será su plan de negocios. El secreto de una empresa es su management.
–¿Aún le interesa comprarla?
–No. El proyecto no daba, no lo tenía muy claro, pese a que participé en conversaciones con un grupo de posibles inversores, en el que estaba (el dueño de Buquebús) Juan Carlos López Mena. Cada vez que me he metido en alguna actividad he tenido éxito y el riesgo aquí era muy alto en lo personal.
–¿Cuáles son sus proyectos actuales?
–Estamos construyendo un estudio de televisión con (el productor de telenovelas) Raúl Lecouna en San Isidro, con una inversión de u$s 6 millones y 1.600 metros cuadrados (m2), pensado para productoras del exterior.










