El cuarto año consecutivo de crecimiento sostenido de los principales índices de nuestra macroeconomía ha tenido también un efecto favorable en el desarrollo de negocios corporativos, usualmente individualizados como M&A.

Bajo el presente análisis circunscribiremos la aplicación del término M&A a todas aquellas operaciones por las cuales se transfiere el control o una participación accionaria relevante sobre negocios en marcha organizados jurídicamente como un vehículo corporativo.

Así pues, estadísticas no oficiales señalan que durante el recientemente concluido año 2006, el volumen total de este tipo de operaciones celebradas localmente ascendió a la suma de u$s 7.000 millones, incrementándose dicho monto en casi un 50% comparado con el mismo total correspondiente en 2005. Entendemos que esta evolución cuantitativa en nuestro mercado de M&A debe ser necesariamente complementada con la descripción de ciertos nuevos escenarios alternativos bajo los cuales estas transacciones se estructuran actualmente en la Argentina.

En este sentido, un análisis de la realidad en la generación de negocios nos conduciría a sostener la coexistencia de M&A tradicionales, segmento exclusivamente limitado a empresas líderes en distintos sectores de la producción y servicios de nuestra economía, en conjunción con diversos modelos de reestructuraciones corporativas sobre compañías privatizadas, por una parte, y con la venta del control sobre pequeñas y medianas empresas, que podrían ser calificadas como Pymes y cuya forma jurídica de organización se tipifica mayoritariamente como sociedades anónimas, o bien, como sociedades de responsabilidad limitada, según las particularidades del caso individual objeto de una proyectada operación. A continuación nos referiremos a estos dos nuevos escenarios.

Al respecto, podrían puntualizarse en forma genérica los siguientes casos. Por un lado, la transferencia del control sobre compañías privatizadas por parte de holdings multinacionales que inicialmente habían estado a cargo de la explotación y operación de dicho servicio público privatizado, a favor de grupos empresarios locales. Por otro lado, dentro de esta categoría también debemos resaltar ciertas operaciones por las que se instrumentó el ingreso a la estructura del capital social en otras compañías privatizadas de sus principales acreedores financieros. La flexibilidad en el uso de esta nueva estructura legal condujo en otros casos a considerar la posible incorporación del propio estado argentino como accionista de una compañía privatizada, originada como consecuencia de la necesaria renegociación del contrato de concesión celebrado con dicha privatizada, siendo importante puntualizar que la implementación de este modelo no derivaría en la re-estatización de la sociedad target. Corresponde poner de resalto que la participación de los asesores legales que representen los intereses de cada una de las partes de una transacción con estas características: accionistas vendedores, el potencial comprador y los asesores financieros, resultará esencial para posibilitar su instrumentación de manera razonable.

Dicho protagonismo del asesor legal se exterioriza en la ejecución de una serie de actos correspondientes a cada una de las etapas por las que se instrumentan estos negocios, entre los que destacamos: la redacción y/o revisión de toda la documentación aplicable a la transacción; la realización de una auditoría integral (Due Diligence) sobre el estado de los activos y pasivos de la sociedad target, en combinación con la investigación que paralelamente debería realizar el auditor contable e impositivo; el análisis del impacto regulatorio de la proyectada transacción; y finalmente, como resultado de dichos relevamientos, la detección en forma pormenorizada de aquellas contingencias que impacten adversamente en forma directa sobre la sociedad target, y cuya ocurrencia post-cierre de la transacción afectaría la valuación económico-financiera del precio pagado por el nuevo accionista.

Una consideración final merece formularse respecto al otro nuevo modelo de M&A que impera en nuestro mercado, referido anteriormente, vinculado al cambio de control sobre pequeñas y medianas empresas tipificadas como Pymes.

Al respecto, estadísticas del sec

tor privado han indicado que durante el pasado 2006, 7 de cada 10 transacciones de M&A realizadas en nuestro país, han tenido como target a este tipo de compañías, por lo cual, e independientemente del grado de complejidad de la propuesta operación, o bien, del tamaño de la propia sociedad target, según sea el caso, la actuación de los asesores legales seleccionados por cada una de las partes en este tipo de negocios corporativos a ser instrumentados, resulta también materialmente relevante para permitir su exitosa conclusión, y de ese modo contribuir al fortalecimiento de la seguridad jurídica en la negociación, celebración y ejecución de este tipo de transacciones.