Hace diez años que Lehman Brother fue escindido de America Express como una compañía que cotizaba en bolsa con mucho por demostrar, pero sin mucho para intentar.
Cuando Lehman fue separado, enfrentaba la tarea de convencer a los accionistas de quedarse con el banco de inversión que registraba pérdidas, cuando sus rivales generaban ganancias récord, que tenía exceso de empleados y cuyo punto fuerte eran los bonos.
Una década después, las nuevas sedes de Lehman en Canary Wharf, Gran Bretaña, y Roppongi Hills, en Japón, son el trampolín que les permitirá expandirse en Europa y Asia. Los negocios de renta fija han crecido fuertemente y Lehman agregó divisiones de acciones, administración de riqueza, hipotecas y fusiones y adquisiciones. También está ampliando sus operaciones con divisas y una firma que maneje fondos de inversión especulativos.
Aunque este año Lehman tuvo un segundo trimestre con cifras levemente inferiores a las de su primer período con resultados récord, está completando el mejor semestre de toda su historia.
En 1994 el banco despidió personal y redujo otros gastos, lo cual le ayudó a invertir en negocios nuevos. Primero se concentró en las acciones y luego se expandió a otras áreas, mayormente en administración de riqueza, con la adquisición de Neuberger Berman el año pasado. Luego se ocupó de mejorar su división de gestión de riesgos.
Richard Fuld, que conduce Lehman desde la escisión, afirma que le gustaría decir que el éxito del banco es la culminación de un plan que él mismo diseñó en 1994. Y asegura que todo se debe a la sólida cultura que adquirió el banco.
El personal del banco pone el foco de atención en el cliente, afirma Fould. “Queremos ser socios de ellos, asegura.
En la última década, el valor bursátil de Lehman se incrementó en u$s 21.000 millones. Su base de capital se expandió de u$s 15 millones a u$s 65 millones y ahora tiene 17.300 empleados, comparado con los 9.100 de 1994.
Hay expertos que sostienen que Lehman demostró que sabe ser pequeño y bueno, pero se pregunta si puede seguir mejorando en un mundo donde las compañías de servicios financieros no dejan de crecer.