Hay que tener cuidado con el consumo excesivo de gaseosas, afirman los investigadores, no sólo porque se agregan calorías innecesarias sino porque la fructosa que ellas contienen pueden alterar el metabolismo.
Las gaseosas comúnmente están endulzadas con fructosa. Los científicos de la Universidad de Cincinnati descubrieron que ese componente es aún peor que otros endulzantes. Observaron que los ratones que beben agua endulzada con fructosa subían de peso. Parece que la fructosa no produce ninguna respuesta en las hormonas que regulan el peso corporal, como la leptina e insulina.