Nora Horat, en 1998, se animó a pasar de la importación de toalla húmedas a la elaboración de marcas propias. Hoy se convirtiÓ en proveedorA de grandes empresas, en tanto que puso la mira en vender a mercados externos
"Creo que nadie destaca el grado de compromiso que implica ser Pyme en la Argentina, la inversión propia está en permanente riesgo, no se cuenta con una red de contención ni con asistencia externa", dispara Nora Horat, dueña junto con su marido de Laboratorios Pretty.
Originalmente importadores, inician su actividad productiva en el año 1998, habilitándose como Laboratorio de Productos Cosméticos ante el ANMAT y aprovechando la fuerte demanda en el mercado local.
Pero al advertir "la calidad y profesionalización de nuestros empleados, apostamos por reemplazar las importaciones y fabricarlas nosotros mismos", recuerda Horat.
Adquirieron la propiedad en la que trabajaban y las máquinas con un crédito de un programa del Gobierno que contaba con el aval del fondo Garantizar, y se lanzaron al ruedo en esta nueva etapa.
A partir de esta decisión no pararon de crecer: ampliaron el edificio, triplicaron el personal desde 2001 y comenzaron a proveer a las principales cadenas de consumo masivo, entre ellos los grandes supermercados.
Actualmente producen 250 millones de unidades de toallas húmedas, de los cuales el 30% es de calidad superior y está dirigido a un público de mayor poder adquisitivo, compitiendo directamente con productos importados.
Dentro de la amplitud de productos cosméticos, de higiene y tocador que fabrican, se han especializado en toallas humedecidas para bebés, demaquillantes hasta preimpregnados como artículos de promoción.
A fines de 2001 sufrieron un duro golpe: el 70% de sus insumos químicos importados había que pagarlos al contado. "Miro para atrás y no sé como hicimos, todos los días cambiaban la cotización del dólar y teníamos que hacer frente a nuestras deudas dolarizadas en un momento en el que la cadena de pagos estaba rota", relata. Pero los salvó el fenómeno de reemplazo de importaciones.
Crédito para exportar
Mientras la demanda local se afianza, a Pretty ahora se le entreabren las puertas de la exportación. Pero a pesar de contar con un producto requerido, que la empresa cumpla con exigentes auditorías internacionales de calidad y ya cuente con pedidos de compra concretos del exterior, no pueden hacerlo.
Necesitan un crédito para poder adquirir los bienes de capital y ampliar su capacidad de producción. "Ya viajamos a varios países de Sudamércia y ofrecimos nuestros productos, las gestiones están avanzadas pero hasta que no contemos con el capital para producir no se va a poder hacer, lo que pedimos no es el dinero, queremos financiamiento para una máquina específica", explica y opina que "la política de créditos a las Pyme es una ficción, no llegan a los que realmente lo necesitamos porque los requisitos de presentación son imposibles de cumplimentar y no existe un asesoramiento del gobierno".
La decisión estratégica de invertir en adquirir las instalaciones y en equipamiento de última tecnología, los llevó a ser referentes en el mercado local y apoder abarcar desde el diseño del packaging hasta la entrega del producto.
"Para nosotros la empresa es la prioridad número uno, hace años que no retiramos dinero para nosotros, todo lo reinvertimos", confiesa Nora.
A pesar de que "una Pyme hoy se siente alentada por las políticas del Gobierno a emprender el camino de la exportación, faltan reales herramientas para lograrlo, más en este segmento en el que nuestra responsabilidad es muy fuerte al producir marcas de terceros que no nos permite hacer cambios cuando lo creemos conveniente", concluye Horat.