El empleo registrado del sector privado está creciendo sostenidamente. El incremento del trabajo formal recompuso en tres trimestres casi el 100% de los puestos que había perdido en la crisis internacional. Una crisis de una magnitud que no conocíamos al menos en los últimos 30 años. Lo concreto es que se crearon 160 mil puestos de trabajo registrados en todo el país.

En consonancia, la actividad económica crece. Por supuesto que lo hace a un ritmo mayor al que experimenta el empleo. Pero la experiencia reciente nos muestra que es el empleo el que empuja esta recuperación y no el crecimiento económico el que alimenta al empleo.

Argentina está en su momento de mayor solidez laboral. Y no es una mera expresión de deseo, sobre todo si tomamos las recuperaciones de las tres últimas crisis de magnitud sufridas en los últimos años. Así lo explica el post-Tequila, el análisis del después de la crisis 2001/02 y en la actualidad luego del crack financiero global 2008/09.

El nivel de empleo privado registrado en la actualidad, luego de un año de iniciada la fase de recuperación, es mucho más elevado que el de las crisis anteriores. La cantidad de puestos perdidos durante el vendaval global 2008/2009 es significativamente inferior a los vividos en 1995 y en 2001. Y por último, el tiempo de recuperación empleado es sustancialmente menor: el Efecto Tequila llevó tres años; 2001/2002 llevó cuatro años y esta última etapa sólo un año.

Estos datos no son el resultado de la casualidad o como dicen los análisis interesados y peyorativos de algunos economistas al viento de cola. Todo lo contrario. Son el producto de una política que -como siempre repetimos- puso al empleo en el centro de la agenda de gestión. Una agenda al servicio del crecimiento económico pero con un objetivo claro: la inclusión social y el bienestar de la gente.

Durante años se nos prometieron derrames que nunca llegaron ni siquiera a goteo. Nuestra política, como gobierno, tiene otro sentido: crecer significa fortalecernos. Por eso hoy podemos ver crecimientos sostenidos en distintos sectores. En el trabajo. En el consumo. En la recaudación. En las reservas. En la producción automotriz. En la inversión publicitaria privada. Por supuesto que hace falta más. Estamos convencidos de ellos pero este, el de la recuperación del empleo a todas luces es el mejor camino.