La feria de La Salada es la máxima expresión de lo que en la Argentina se entiende por “trucho . Productos pirateados o falsificados se ofrecen a precios mucho más bajos respecto a su original. La Salada es, según la creencia popular, el conglomerado más gran de de Sudamérica de lo falso. Ni la Triple Frontera parece poder hacerle frente.
Lo que sucede es que la Argentina, sin ser el país de la región que consume más productos ilegales, está mostrando una alta tasa de crecimiento.
En el país, el 66% de la población tiene productos falsificados o pirateados (ropa, CD, bebidas y comidas, DVD, zapatillas deportivas, juguetes, perfumes, etc.). Y ya no es una cuestión de la gente que posee un menor poder adquisitivo. De la mano de la creciente inflación y su consecuente impacto en precios, el consumo de productos falsos alcanzaría, sólo en Capital Federal y Gran Buenos Aires, los $ 2.660 millones.
Desde la cámara de Grandes Marcas de indumentaria habían asegurado que la facturación de la ropa “trucha igualaba a la de las marcas legales.
Sin embargo, en donde más se refleja el incremento de la piratería en el consumo es en los DVD y CD. El mercado del video hogareño en la Argentina significó en 2007, desde el punto de vista del gasto del consumidor, $ 1015 millones. De ese número, solamente el 32 % fue legal. En 2006, el consumo ilegal representaba el 52% del total, un 16% menos.
Según un estudio presentado por la Motion Picture Association (MPA), la Unión Argentina de Videoeditores (UAV) y la Asociación Argentina de Distribuidores Cinematográficos (AADC), la Argentina perderá este año $ 685 millones provenientes de los impuestos no pagados, consecuencia de las copias ilegales. Hace apenas dos años atrás, el Estado dejaba de percibir $ 330 millones.
El trabajo, presentado en un seminario organizado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos (Amcham), compara el consumo de DVD pirateados frente a la recaudación de las boleterías de los cines durante 2007. Pese a que las entradas aumentaron 19% por la inflación, y que solo bajó un 4% la visita a las salas, el segmento facturó $ 328 millones, menos del 50% del consumo pirata.
Tan fuerte es el crecimiento del mercado ilegal, que hubo empresas que tuvieron que modificar su estrategia comercial. Tal es el caso de Blockbuster Argentina,que al alquiler de películas le sumó la venta de electrónicos y alimentos como una reacción a la creciente piratería.
Pero no todo lo trucho se produce en el país. Hay mucho que llega importado, en especial, de los países asiáticos. Según explicó a El Cronista la titular de la Aduana, Silvina Tirabasi, entre enero y agosto de 2008 ya se incautaron “más de u$s 36 millones correspondientes a CD DVD indumentaria, calzado y juguetes truchos . Entre enero y diciembre de 2007, la dependencia estatal había incautado cargamentos por u$s 33 millones.