Liliane Bettencourt, la heredera de L’Oréal, y su hija Françoise Bettencourt-Meyers, hicieron una tregua en la pelea que durante más de un año destrozó una de las familias más ricas de Francia y provocó una crisis política que afectó hasta los niveles más altos del gobierno.

Bettencourt-Meyers, anunció que ha retirado todos los cargos contra Francois-Marie Banier, el fotógrafo al que acusaba de haberse aprovechado de la confianza de su madre, de 87 años, para obtener regalos por más de 1.000 millones de euros.

Olivier Metzner, su abogado, señaló que la decisión de retirar los cargos se tomó después de que Bettencourt-Meyers recibió “una serie de promesas de parte de Banier. “Liliane y Françoise se reconciliaron y quieren poner fin a esta polémica , dijo.

Madre e hija confirmaron que habían firmado un acuerdo para poner fin a sus enfrentamientos pero aseguraron que los detalles no serán revelados.

La noticia es un alivio para el gigante francés de cosméticos, cuya imagen se vio afectada a partir de las peleas judiciales y mediáticas en la familia de su mayor accionista.