

La temporada 2010 del rugby de la URBA viene con novedades. El San Isidro Club, uno de los equipos más ganadores de la historia, vuelve a cambiar de casaca. Tras años de estar con Adidas (que concentró esfuerzos en Los Pumas), en 2009 vistió Reebok y ahora lucirá Canterbury, marca glamorosa del mundo ovalado.
El rugby argentino parece una isla repleta de isologos poco familiares en otros deportes. Nike no está en el mercado, Adidas se mantiene con la Selección, Reebok amagó con el SIC y Liceo Naval; Puma hizo lo propio en la última etapa de San Andrés, Le Coq está más en el interior que en el rugby local, y Topper sacó el pie del acelerador desde que la tomó el grupo brasileño Camargo Correa, aunque seguirá en la pelota oficial y en las casacas de los dos últimos finalistas: Hindú y CASI.
Lo cierto es que en el deporte donde supo mandar una empresa cuya fábrica estaba en Lanús (Uribarri), la torta se reparte entre dos firmas locales (Flash y Prócer) y cuatro de afuera: Kappa, que está con GEBA; Webb Ellis, que viste a Lomas Athletic y Los Tilos; la citada Canterbury y KooGa. Los scrums y mauls serán en abril, pero la lucha de las marcas en el rugby local ya comenzó.










