El FMI ve con creciente desagrado la manera en que la Argentina está intentando establecer un diálogo formal con los acreedores. Así se lo hizo saber ayer en privado la misión que está en Buenos Aires al ministro de Economía, Roberto Lavagna, mientras que en público desde Washington el vocero de la entidad recordó que el tema de la deuda será tenido en cuenta a la hora de aprobar las metas.

De todas formas, en el seno del organismo internacional y más precisamente en el entorno de su titular, Horst Köhler, la decisión ya está tomada: se recomendará al directorio aprobar la segunda revisión de las metas. La idea que prevalece en el Fondo es que negar a la Argentina el visto bueno hoy traería al organismo más dolores de cabezas que beneficios. Esto es así porque se le estaría diciendo no a un país cuyos números fiscales y monetarios son impecables y por el cual la institución ya recibió numerosas críticas sobre su actuación en los años noventa. Inclusive aprobando refinanciaciones con metas incumplidas.

No obstante ello, el guiño del FMI vendría con fuertes condicionamientos. Todos apuntan a que la Argentina debe mejorar a la brevedad su diálogo con los acreedores y redoblar los esfuerzos para acelerar la reestructuración de la deuda.

De todas maneras, el directorio lo aprobará con lo justo y con la oposición de países del G-7, como Inglaterra, Italia y Japón, a los que se podría sumar otras naciones, como Alemania.

En este contexto, comienzan a correr días claves. La misión del FMI que se encuentra en el país realizando la segunda revisión de las metas concluyó ayer la etapa formal de su trabajo. Al unísono que Lavagna se encontraba reunido con los funcionarios del Fondo, desde Washington el vocero del FMI, Thomas Dawson, aseguró que la evolución de las negociaciones con los acreedores será un “factor importante al evaluar el caso argentino. Más aún, Dawson se refirió implícitamente a la reunión que el martes mantuvo el Comité Global de Tenedores de Bonos de la Argentina en la ciudad de Nueva York. Tras ello buscó bajar el tono de los comentarios y dijo que la revisión de las metas “marcha como estaba previsto .

Lavagna se reunió ayer por espacio de 45 minutos en el décimo piso del Palacio de Hacienda con el encargado del caso argentino, John Thornton, y el representante permanente del organismo en el país, John Dodsworth. En el encuentro, del que también participó el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, además de tratar el tema de la deuda se repasaron los números fiscales y monetarios.

Con ello finalizó formalmente la revisión en Buenos Aires. De todas formas, los funcionarios del FMI se quedarán en el país hasta el domingo para redactar el texto de la revisión y tenerlo listo para elevarlo al directorio a principios de la semana que viene. “A esta altura está claro que más allá de diferencias, el Fondo va a aprobar las metas aunque la presión por la deuda va creciendo , admitió una alta fuente de Economía.

Concretamente, el FMI vería con particular agrado que se mostrara una actitud más abierta con el Comité Global de bonistas, ya que causó irritación en el organismo el hecho de que la Argentina simplemente participara de la reunión del martes pasado con un enviado a título de observador. “Tomamos nota del estado de las discusiones, incluidas las reuniones con los acreedores , afirmó Dawson al respecto.

Más allá de las declaraciones, el Directorio del FMI analizará recién el lunes 8 de marzo, un día antes del vencimiento que opera con el organismo por u$s 3.100 millones, si aprueba la revisión y habilita la refinanciación. El presidente Néstor Kirchner ya adelantó que no pagará el vencimiento con reservas. En el interín, Nielsen recibirá nuevos reclamos por parte de los representantes europeos ya que el domingo partirá a Alemania para participar de un encuentro del G-20.