

“El negocio está horrible: el valor de la carne se redujo en estos meses a la mitad; el precio del cuero cayó 60% y las curtiembres dejan de retirar, y la harina de carne y el sebo tampoco valen nada , dice un empresario del sector frigorífico.
Si bien las comparaciones se hacen contra una situación de bonanza extraordinaria, pero también lo es que la demanda se frenó en el mercado externo y que el mercado está muy volátil. “Ayer nos ofrecieron u$s 9.300 por tonelada de (cuota) Hilton y dijimos que lo íbamos a pensar (llegó a cotizar u$s 21.000 este año). Hoy llamamos para decir que sí, y nos contestaron que ya habían comprado , explicó el gerente general de otra empresa exportadora.
Por la situación, ya varias empresas cortaron las horas extra y suspendieron personal. Ahora, además, el fuerte grupo frigorífico santafesino Mattievich paró una de sus ocho plantas, la de Puerto San Martín, y puso al personal en el sistema de garantía horaria. En la empresa aseguran que tienen la expectativa de volver a operar en una o dos semanas, mientras negocia con el gremio la mejor solución para la situación.
En tanto, el frigorífico Angus, dedicado al mercado interno y ubicado en la entrerriana Paraná, decidió que dejará de producir desde el lunes, y despidió a 55 empleados. Según un sindicalista, la planta había pasado de faenar 3.000 cabezas mensuales hace un año, a nada los últimos días.
Por otro lado, uno de los mayores frigoríficos del sector habría adelantado una parada técnica de su planta de los alrededores de Rosario, que suele realizar en la segunda quincena de diciembre, a la primera, y analiza extenderla todo el mes.
Y otra firma exportadora más pequeña, del Conurbano bonaerense, habría bajado la persiana y despedido a unas 80 personas.










