Que no se diga que Bill Clinton se plantea metas modestas. Cuando se presente en la reunión inaugural de la Clinton Global Initiative, en Nueva York esta semana, sus objetivos serán típicamente clintonescos: liberar al mundo de la pobreza, poner fin a los conflictos, revertir el calentamiento global y alentar mejores gobiernos en todo el mundo.

También podría estar buscando algún tipo de absolución. Desde que dejó la presidencia, Clinton se ha concentrado en la lucha contra el VIH-Sida, usando su formidable encanto y sus contactos para negociar versiones genéricas baratas de los medicamentos retrovirales que se usan para tratar la enfermedad.

Junto con George Bush padre, Clinton fue puesto a cargo de recaudar y coordinar fondos para la asistencia y la reconstrucción tras la devastación del tsunami asiático y del huracán Katrina.

Las reuniones de la Clinton Global Initiative –de la que el Financial Times es patrocinador– atraerán a un grupo de reyes, presidentes y primeros ministros, la mayoría de los cuales se encuentra en Nueva York para la cumbre del milenio de la ONU, junto con luminarias del sector del desarrollo, incluyendo al economista peruano Hernando de Soto, el financista convertido en filántropo George Soros, y líderes de negocios como Rupert Murdoch.

No hay, por cierto, escasez de salvadores del mundo ni de reuniones en las que puedan congregarse, siendo la más visible el Foro Económico Mundial que se realiza cada año en Davos. Distanciándose de sugerencias en cuanto a que intenta suplantar a Davos, Clinton ha puesto una vara muy alta para medir el éxito de este encuentro. “Esa es la diferencia entre esto y Davos. Le digo a la gente, si sólo quieren hablar, no vengan. Si quieren hablar y aprender sobre estos temas y luego, al final, asumir un compromiso, vengan, porque vamos a revisar si lo cumplió , le dijo Clinton este año al Financial Times.

Pese a toda la ideología de que la presidencia Clinton representaba el internacionalismo y sentía el dolor del mundo, en cierto modo es su sucesor George W. Bush quien ha avanzado algo en deshacer la tradicional imagen estadounidense de cicatero aislacionismo en el desarrollo internacional. La presidencia Bush ha anunciado multimillonarios paquetes de asistencia contra el Sida y la pobreza en el mundo en desarrollo, revirtiendo años de declinación en la colaboración. Clinton, enfrentado con un congreso hostil, no lo hizo.