La fabricante estadounidense de microprocesadores para computadoras AMD, que está desembarcando por primera vez en forma directa en el país, inició una campaña para derribar la práctica del Gobierno de tomar a su rival Intel como parámetro genérico en las licitaciones nacionales. La firma ya logró que, a pedido de la Oficina Anticorrupción, la Oficina Nacional de Tecnología Informática (ONTI) –que establece los estándares para la compra de todos los equipos del Estado– comience a modificar los parámetros correspondientes a la compra de computadoras. El organismo saca dos veces por año (otoño y primavera) los denominados Estándares Tecnológicos de la Administración Pública (Etaps). La última edición es de septiembre y allí se exigen computadoras “con arquitectura Intel Celeron o superior, operando a 2.4 GHz de frecuencia de reloj como mínimo .

Silvia Caruso, responsable de Relaciones Corporativas y Gobierno Local de AMD, asegura que, además de mencionarse específicamente a Intel, esa velocidad de frecuencia de reloj también es una característica propia de esa marca.

Pero éste no es el único reloj que está en contra de AMD. El próximo domingo saldrá un aviso anunciando la tercera tanda de licitaciones de computadoras para el Ministerio de Educación. Las dos primeras, de las que la firma quedó afuera, involucraron la compra de 28.500 unidades. El nuevo llamado es por 20.100 PCs, una operación que pone en juego unos 30 millones de pesos para un único proveedor. Corresponden a la campaña de Alfabetización Digital que incluye la adquisición de 100.000 PCs para entregar a 10.400 establecimientos educativos hasta 2007.

Sin embargo, la modificación de los patrones de compra, para que los procesadores Intel no sean tomados como un estándar, se concretaría en dos meses. “Queremos resolver este asunto en las próximas ocho semanas, antes, nuestra idea es juntar en una reunión a Intel y AMD , anticipa Carlos Achiary, director de la ONTI, organismo que de la Jefatura de Gabinete.

El organismo no fijó en forma directa los requisitos para la licitación de la cartera que conduce Daniel Filmus. Debido a que la campaña de Alfabetización Digital es financiada por un crédito del BID, la que lo hace es la Oficina de las Naciones Unidas para Servicios de Proyectos (Unops), que depende del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, y cobra al Estado argentino importantes honorarios en dólares. El organismo se basó en los últimos Etaps.

Al ser consultados, en el Ministerio de Educación informaron que la próxima licitación, que comienza el lunes y termina el 30 de junio, se regirá por los nuevos Etaps, que no incluyen sólo a Intel. Esta versión no se condice ni con la información que está publicada en la página web de la ONTI –único medio en el que se difunden los estándares– ni con la suministrada por el titular de la entidad.

El estudio jurídico Muñoz de Toro, que asesora a AMD, pidió a la ONTI que elimine la fórmula actual. La consultora solicitó que se pida un “procesador desarrollado para tecnología X86 (la de fabricación y cómputo que comparten los microprocesadores de las PC) cuyo rendimiento sea n puntos medido por un programa de benchmark (hay de distintas marcas y hacen pruebas de rendimiento) .

“Lo estamos estudiando –adelanta Achiary– pero esa fórmula sería complicada, ya que requeriría la utilización de un programa benchmark al momento de entrega de las computadoras. Nuestra idea es hacer nosotros previamente esa prueba de rendimiento y directamente pedir computadoras con microprocesadores de Intel o AMD , concluyó.

Bajo la lupa

Mientras tanto, el tema sigue siendo estudiado por la Sindicatura General de la Nación y la Dirección de Planificación de Políticas de Transparencia de la Oficina Anticorrupción, a pedido de la Dirección de Investigación de esa misma dependencia.

Esta última determinó que, aunque no hubo delito al pedir computadoras por características de Intel sí fue una práctica susceptible de incurrir en corrupción. Además, atenta contra la filosofía de las leyes de compra del Estado, que promueven la mayor amplitud posible de oferentes.