El Gobierno dio ayer luz verde a dos operaciones de compra-venta que estaban trabadas en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC). Una de ellas es la adquisición de Fargo, por parte de Bimbo, aunque con algunas condiciones de desinversión, tal como anticipó El Cronista el 15 de junio pasado. Para evitar una posición dominante en el mercado, la compañía mexicana –que compró Fargo en julio de 2003, en combinación con el fondo mexicano Promecap– deberá desprenderse de la marca Lactal y vender una planta de panificación en la localidad de Pacheco.

También como adelantó este diario hace dos semanas, el Gobierno autorizó a la firma brasileña Petrobras y al fondo Dolphin a tener partes iguales en el paquete accionario de Transener, que controla la red nacional de transporte eléctrico de alta tensión.

El anuncio estuvo a cargo del ministro de Economía, Roberto Lavagna, en una conferencia de prensa que ofreció junto al secretario de Coordinación Política, Leonardo Madcur, y el presidente de la CNDC, Ismael Malis. Según afirmó, las propuestas ya fueron aceptadas por las empresas involucradas. Al ser consultadas, las firmas optaron por no hacer declaraciones, dado que aún no fueron notificadas en forma oficial. Pero desde Bimbo manifestaron su optimismo por la medida.

Lavagna afirmó que la obligación de desinvertir impuesta a la panificadora “permitirá el ingreso de un nuevo competidor al mercado en buenas condiciones . Según un estudio de la CNDC, Fargo controla el 58% del mercado y Bimbo el 21%, por lo que la fusión llevaría a la compañía a manejar el 78%. De allí la decisión de que se venda la marca Lactal, que tiene el 13% del mercado.

Con esta resolución, Bimbo deberá ahora enfrentar su principal problema: la reestructuración de su deuda. La firma está arreglando para saldar pasivos por 125 millones de dólares: u$s 120 millones con los bancos y u$s 5 millones con los proveedores.

Transener

En el caso de Transener, el Gobierno permitió que Petrobras pasará a tener el 50% de Citilec, la sociedad que controla la transportadora, en lugar del 49,9%, mientras que el otro 50% estará en manos del fondo Dolphin. Este ya tenía una participación de 7,5%, pero adquirió las acciones del grupo británico National Grid.

Claro que la nueva composición accionaria será transitoria. La CNDC aprobó el cambio por una situación particular. Petrobras en la única accionista de Transener que hoy por hoy puede operar técnicamente la compañía y, para esto, el Gobierno consideró que es necesario que mantenga esa tenencia. Sin embargo, destacó que Petrobras deberá cumplir con su compromiso de desprenderse de la totalidad de su paquete accionario, adquirido cuando la compañía compró los negocios del holding Perez Companc. El plazo aún no está establecido por el Gobierno. Al mismo tiempo, la empresa brasileña no podrá vender su participación a cualquier comprador (tiene que ser una firma con capacidad técnica para operar), y tampoco el nuevo dueño puede ser Dolphin. Con la aprobación, Transener podrá ahora reestructurar sus pasivos de u$s 530 millones.