Fiel al mito del ave fénix resurgía de sus propias cenizas el exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), el francés Dominique Strauss-Kahn, acusado de múltiples delitos (entre ellos de acoso sexual), se convertirá en banquero de inversión al asumir la dirección de la empresa financiera luxemburguesa Anatevka, que cotiza en la Bolsa de París. Esta entidad, creada en 1994 por el financiero Thierry Leyne, va a ser rebautizada Strauss-Kahn & Partners o LSK, según un comunicado. La sociedad, que es un calco del modelo de los bancos de inversión anglosajones, opera en la gestión de activos, capital de riesgo, seguros e intermediación financiera. La firma entró en marzo en la Bolsa de París y está valorada en 50 millones de euros. Acusado de varios delitos, las diligencias judiciales concluyeron a finales de 2012 con la firma de un acuerdo financiero secreto. De todas formas, en Francia, Strauss-Kahn tiene un juicio pendiente por proxenetismo agravado en el caso de una supuesta trama de prostitución en un hotel del norte de Francia. El nombramiento del ex ministro francés de Economía será ratificado por la asamblea general del 18 de octubre y se convertirá en el presidente del consejo de administración de LSK, según un comunicado.
Recientemente, Strauss-Kahn aceptó incluso asesorar al gobierno serbio para ayudarle a salir de la crisis económica en la que se encuentra el país y en julio fue nombrado miembro del comité de vigilancia de dos instituciones financieras con mayoría de capital ruso.
Limpieza profunda
Strauss-Kahn era el segundo francés más poderoso de la tierra y el candidato socialista más sólido para ocupar la Presidencia de Francia. Todo, hasta su caída en desgracia, aquel fatídico 14 de mayo de 2011, día en que protagonizó uno de los escándalos sexuales más mediatizados de la historia, en su suite de u$s 3.000 de un lujoso hotel de Nueva York, cuando aún ejercía como director del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Nafisatu Dialou, la camarera del hotel neoyorquino que tuvo un encuentro con el economista francés lo acusó de violación.
En los matutinos, la televisión, las radios, las redes sociales, la calle, los restaurantes, las oficinas Dominique Strauss-Kahn se convirtió en el tema estrella, el pretexto ideal para disertar sobre las cloacas del poder.
Gracias a una millonaria indemnización que le ofreció a Dialou, Strauss-Kahn logró evitar un castigo de los tribunales en los Estados Unidos. De todas formas, su carrera política quedó totalmente sepultada si bien hace unas semanas los magistrados decidieron reenviarlo al Tribunal Correccional por su supuesta implicación en la red de proxenetismo agravado en reunión.