A principios del mes pasado, cuando se concretó el "dólar soja 3", el Gobierno esperaba que se liquidaran u$s 5000 millones. Sin embargo, desde el sector pidieron un nuevo tipo de cambio de $ 350, al que el ministro de Economía, Sergio Massa, se negó. Por lo tanto, ahora las previsiones es que terminen liquidando u$s 3000 millones hasta fin de mes. "El dólar soja es un esquema de incentivos decrecientes, en un contexto de aceleración del crawling peg (la corrección periódica del tipo de cambio) y brecha cambiaria elevada, expectativas de devaluación desatadas, a lo que se suman las demoras en la cosecha. Del otro lado, la demanda de divisas a precio oficial es insaciable", destacó el Ieral. No les sorprendió entonces que, en el primer cuatrimestre de 2023, el BCRA hubiera terminado con un saldo de ventas netas de divisas por casi u$s 3000 millones. El agro liquidó u$s 2435 millones en abril, el doble de marzo pero con una caída interanual de 23% en valores corrientes. De ese monto, u$s 1613 millones pasaron por el canal del "dólar soja 3". En GMA Capital coincidieron con que la creciente brecha reduce el incentivo a liquidar: "Por el diferencial entre el tipo de cambio de $ 300 y el dólar oficial, el BCRA tuvo que emitir $ 214.000 millones para adquirir ese pequeño monto en términos netos. Pagó un tipo de cambio implícito de $ 765 por cada divisa. De aquí en adelante, la sequía se plantea como la mayor amenaza para el Gobierno, con un costo cercano a u$s 20.000 millones con respecto a la última campaña". En Invecq remarcan que el BCRA pudo comprar -neto- tan sólo u$s 279 millones desde que se implementó el nuevo dólar diferencial, mientras que en las primeras dos ediciones del programa ya entonces había comprado u$s 4287 millones y u$s 1195 millones, respectivamente. Las perspectivas hacia adelante tampoco son favorables, dado que la sequía continuará golpeando a la oferta de divisas.