Scott Bessent, secretario del Tesoro de los Estados Unidos, afiló el lápiz y reveló el número que había insinuado Luis Caputo el día anterior y que el mercado estaba esperando. El swap que su país negocia con el Banco Central (BCRA) asciende hasta los u$s 20.000 millones. Pero la letra chica sobre cuáles son las condiciones y cómo y para qué se implementará restan por conocerse. La escalada del dólar había obligado al BCRA a defender la semana pasada el techo de la banda cambiaria. Ese compromiso generó dudas del mercado sobre la capacidad de pagar los vencimientos de deuda en 2026. El anuncio de Washington disipó, al menos en el corto plazo, ese interrogante. "El Tesoro está negociando actualmente con las autoridades argentinas una línea swap de u$s 20.000 millones con el Banco Central. Trabajamos en estrecha coordinación con el gobierno argentino para evitar una volatilidad excesiva", anunció ayer Bessent. La información disparó las especulaciones: cuándo sería firmado el acuerdo y, sobre todo, si traía como condición el fin del swap con China. Desde el BCRA no informaron aún cuál será la letra chica del acuerdo, que aún no está cerrado. En su última visita al país, el 14 de abril pasado, Bessent había insinuado que Argentina debía cancelar el tramo de u$s 5000 millones activado con el Banco Central de la República Popular de China: "Tienen un swap de crédito de u$s 18.000 millones en yuanes. Argentina, bajo el anterior gobierno peronista, obtuvo u$s 5000 millones, y esa cantidad seguirá pendiente". "Los chinos mostraron un gran esfuerzo tras el anuncio, o en conjunción con el del FMI, por lo que se extenderá un año. Creo que, a medida que esta administración mantenga su política económica inflexible, deberían eventualmente tener suficientes entradas de divisas para poder pagarlo", agregó el funcionario de Donald Trump. Ese tramo activado con China vence a mediados de 2026, tras lo cual tendría que renovarse o, en su defecto, pagarse. "La activación de este tramo, que se inició en 2023 y debía comenzar a reducirse gradualmente a partir de junio 2025, seguirá manteniéndose a disposición del BCRA, en su totalidad, hasta mediados de 2026, permitiendo al BCRA reducir los riesgos en su transición hacia un régimen monetario y cambiario consistente y sostenible, en un contexto internacional desafiante para los flujos de capitales externos", explicó el BCRA en un comunicado. "Hay que ver la disponibilidad del swap de EE.UU: si es como el China que debe "activarse" por tramos (funcionando más bien como contingente, pero sin afectar la liquidez inmediata) o si es de libre disponibilidad, en cuyo caso se parece más al préstamo del FMI", explicó Federico Machado, economista del OPEN. Según Sebastián Menescaldi, director asociado de Eco Go, todavía no está claro cuáles son las condiciones de uso de ese nuevo swap: "Quizás te dejan usar el swap para comprar deuda propia, para hacer pagos de deuda, para hacer un préstamo stand-by para pagar la deuda en enero y después que lo devuelvas, pero no necesariamente está solo lo comercial, creo que tiene múltiples usos, habrá que ver cuál es el destino que decide darle el Gobierno". La puja geopolítica entre Estados Unidos y China tendría un capítulo financiero y monetario en la Argentina, con dos swaps que pueden coexistir o no. "No los veo incompatibles en términos económicos, el BCRA podría tener swap con numerosos países. La dificultad de hacer swap radica en la debilidad del peso, que los convierte en un préstamo unilateral en vez de un acuerdo mutuamente beneficioso", concluyó Machado.