

Tres funcionarios del Ministerio de Hacienda porteño fueron ayer a defender el proyecto de cambio de la ley de deuda 5014 a la Comisión de Presupuesto de la Legislatura. Sólo nueve diputados escucharon a la explicación del Ejecutivo que pretende cambiar la estructura de la emisión de u$s 890 millones en el exterior para que -en pleno default del soberano y, por lo tanto, de tasas altas- la Ciudad pueda emitir a costo alto pero a corto plazo y por una porción menor a los dos vencimientos que tiene en el mercado.
Con esta nueva norma -que, se estima, podrá aprobar junto con el presupuesto 2015, el 4 de diciembre próximo-, la Ciudad busca tener las herramientas para emitir cuando se abra una ventana de oportunidad, en la segunda semana de diciembre o a partir la segunda mitad de enero si cae la volatilidad por la incertidumbre que generará el gobierno ante la posibilidad de abrir la negociación con los holdouts, tras la caída de la cláusula Rufo.
La Ciudad tiene todo preparado, de la mano de JP Morgan, Merrill Lynch y HSBC para emitir un bono a un año o hasta 5 años de plazo pero con la opción de rescatarlo a partir del primer año de emisión (call option).
Estos dos tipos de bonos le permitirán a los fondos que tienen comprados los títulos de la Ciudad (aseguradoras en EE.UU., fondos en Londres e inversores de Asia) que vencen el 6 de abril próximo, por u$s 475 millones, y el 1 de marzo de 2017, por u$s 415 millones, canjearlos por los nuevos. Y a la Ciudad, endeudarse a una tasa alta pero a corto plazo, de manera que cuando el panorama financiero mejore, pueda rescatar los títulos y emitir a una tasa más apropiada (en julio esperaba salir a un 9,5%, pero el default lo impidió).
Con el mismo objetivo, los bonos en el exterior cubrirían una parte del vencimiento de abril próximo. Por el resto, la Ciudad previó en el proyecto de ley una emisión en pesos de hasta $ 1.000 millones atada a la tasa Badlar. Los funcionarios del Ejecutivo estiman que el costo estará cerca de la curva de las Lebac que emite el Banco Central.
Dudas
Según contaron los diputados de la oposición, que hicieron una sola pregunta durante la exposición, los funcionarios -Gustavo Eglez, Abel Fernández Semhan y Nicolás Rosenfeld- no fueron claros a la hora de explicar el destino de esta emisión en pesos, que la ley indica para pagar a proveedores y certificados de obra, pero que los legisladores sospechan que, junto con el bono en dólares, el Ejecutivo podría utilizar a discrecionalidad para la campaña presidencial de Mauricio Macri.
Según explicaron los funcionarios consultados por este diario, el Central garantizó la venta de los dólares para transferir al exterior al momento de cancelar el vencimiento contra los pesos que recojan con la emisión atada a la Badlar.
La Ciudad también pretende que los legisladores aprueben la modificación del destino de los fondos desde obras de infraestructura a inversiones financieras, ante el caso de que lograran realizar la emisión antes de abril próximo. Así podrán depositar lo recogido con las emisiones en un plazo fijo en moneda local o extranjera -que la Comunicación A 5604 del Central permite por 180 días si tiene que pasar por el mercado de cambios- para retirarlo y transferirlos al momento de la amortización.













