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La semana pasada el BCRA decidió elevar la tasa de interés en 300 puntos básicos al 81% de TNA.
Sin embargo, la inflación corre más rápido, de igual manera que el tipo de cambio. Por lo tanto, para no quedar atrás, el Central se ve obligado otra vez a subir la tasa.
La suba dejó gusto a poco entre los analistas y preocupa la dinámica cambiaria en medio de la aceleración en el tipo de cambio.
Nueva suba de tasas
Tras la sorpresa inflacionaria conocida hace dos semanas, el BCRA subió la tasa de política monetaria en 300pbs por segundo mes consecutivo.
El Central colocó la tasa en niveles de 81% (TNA), lo cual coincide con una tasa de 119,4% de tasa efectiva anual y del 6,7% de tasa efectiva mensual.
Debido a la aceleración inflacionaria y cambiaria, el Central sube la tasa de interés para elevar el atractivo en las inversiones en pesos y así intentar que el flujo se mantenga en inversiones en moneda local, evitando que vaya al dólar.
Sin embargo, con estos niveles de tasa, el atractivo de posicionarse en pesos es limitado ya que las inversiones en moneda local no le ganan a la inflación.
Es decir, el Central sube la tasa y pese a ello no logra ubicar a las mismas en niveles por encima de la inflación.
Ardían Yarde Buller, estratega y economista jefe de Facimex Valores sostuvo que con el último aumento de tasas, la misma sigue siendo negativa en términos reales al compararla contra la inflación de marzo (142,9% anualizado), aunque se alineó con la inflación promedio de los últimos 3 meses anualizada (119,6%).
Carrera nominal
El hecho de que el BCRA tenga que subir la tasa 300 puntos básicos y que aun así no pueda colocar a la tasa real en positivo refleja que la carrera nominal se está acelerando.
En otras palabras, la aceleración inflacionaria obliga a que el Central tenga que ser aún más agresivo en la suba de tasas si es que quiere colocar a las mismas en terreno positivo en términos reales.
Los analistas de Delphos Investment también remarcaron que las tasas de las inversiones en pesos se mantienen debajo de la inflación.
"En este contexto adverso el Banco Central decidió subir las tasas 300 puntos básicos llevando el rendimiento a 81% TNA (118% TEA) para los plazos de hasta $10 millones y de 72,5% para el resto de los plazos fijos. Esta tasa implica un rendimiento de 6,75% mensual que se mantiene por debajo de la inflación esperada para abril (superior al 7% mensual), redundando en tasas de interés reales que continúan siendo negativas", afirmaron.
Desde Portfolio Personal Inversiones (PPI) advierten que el BCRA está quedando detrás en la carrera nominal, con la inflación sacando una clara ventaja.
"A pesar del reciente ajuste, las tasas de interés en pesos continúan siendo muy negativas en términos reales. Específicamente, asumiendo una inflación de 8% en abril (151,8% anualizado), la tasa real ex ante a un mes vista de un plazo fijo retail trepó de -15,4% anualizado previo a la suba a -13%, manteniéndose en los niveles más bajos desde la llegada de Massa", dijeron.
El problema de quedarse detrás en la carrera nominal es que acelera la demanda de dólares, en tanto y en cuanto los pesos no le ganen a la inflación.
Si a ello se le suma que el mercado local está en medio de una corrida cambiaria, tener tasa real negativa genera una mayor tensión cambiaria.
Fernando Marull, economista y director de FMyA se muestra con cautela sobre la suba de tasas y la dinámica cambiaria.
"El Tesoro tuvo que subir la tasa de interés de sus Ledes de 90% a 95%TNA. En la misma línea, el BCRA subió la tasa de 78% TNA a 81%TNA. Dada la expectativa de inflación de abril (que está en un mínimo de 7%) y parte del mercado imagina en 8%, la suba de tasas quedo corta. Y en una corrida cambiaria, no te podés quedar corto con la tasa", alertó.
Limitantes para subir más la tasa
El BCRA no sube más la tasa por dos razones fundamentales.
Por un lado, si el Central sube mucho la tasa tiende a generar que los flujos de pesos se dirijan con mayor intensidad a los activos del BCRA, restando flujos para el Tesoro.
Si hace eso, el Central estaría complicando el financiamiento del tesoro y el éxito que este necesita tener en las licitaciones, en medio de vencimientos exigentes.
En cuanto a las causas por la que el BCRA quedó corto con relación a la tasa, desde PPI consideran que la entidad monetaria no quiere canibalizar el financiamiento del mercado al Tesoro, ampliando la prima por plazo al intentar orientar la liquidez a las licitaciones encabezadas por la Secretaría de Finanzas.
En este sentido, advierten que el spread Lede versus Leliq escaló a un máximo de 1310 puntos básicos (TEA) desde su debut en julio, excluyendo este miércoles que tras la licitación había tocado un récord de 1920 puntos básicos y adelantaba que venía una nueva suba de tasas.
"El riesgo de esta estrategia es una aceleración aún mayor de la inflación, lo que reduciría el atractivo del carry trade y, por ende, sería combustible adicional para los dólares financieros. La suba de tasas no traería la calma tan ansiada", alertaron.
La segunda razón por la que el BCRA no sube más la tasa está relacionada con la dinámica monetaria.
Con un stock de pasivos remunerados por encima de los $12 billones que devengan a una tasa del 81% (TNA), provoca que los intereses de estos pasivos se acerquen al billón mensual.
Es decir, el BCRA debe emitir cada vez más pesos para pagar el stock de pasivos remunerados cada vez más grande.
Esa emisión termina siendo inflacionaria, por lo que representa un boomerang a las intenciones de bajar la inflación vía un aumento de tasas de interés del BCRA.
Nery Persichini, head de estrategia de GMA Capital, coincide en que pese a este nuevo encarecimiento del costo del dinero y tomando como referencia el aumento de precios de marzo, la tasa sigue en terreno negativo.
En ese sentido, advierte que la tasa debería haber subido más para que se coloque en niveles positivos en términos reales, alentando aún más la carrera nominal actual.
Según sus estimaciones, en poco más de 4 meses, el BCRA emite una nueva base monetaria a causa de la emisión que generan los pasivos remunerados.
"Para lograr que sea positiva, la corrección debería haber sido de 1800 puntos básicos hasta 93% (TNA) para la tasa de Leliq y 90% para la de Pases. Sin embargo, realizar un incremento de semejante magnitud haría disparar el déficit cuasifiscal. Por esta reciente suba de apenas 300 bps el Banco Central pagará por mes $ 56.000 millones más de intereses, un crecimiento del 7% en la factura mensual respecto a la situación anterior", sostuvo.
Finalmente, Yarde Buller advirtió que más allá del impacto cambiario, no esperamos que la suba de tasas contribuya a contener la inflación.
"Para que la suba de tasas tenga algún impacto sobre la inflación se necesita mantener consistencia fiscal-monetaria. Esto implicaría complementar el endurecimiento monetario con un mayor ajuste fiscal que compense el aumento del déficit cuasifiscal. Los pasivos remunerados superando el 250% de la base monetaria, la suba de tasas de ayer llevará la carga de intereses anualizada al 297% de la base monetaria o 14,9% del PBI", dijo.