"Era fácil retrasar el proceso; era fácil hacer un acuerdo más beneficioso para la Argentina, y que se arregle el Gobierno que viniera después. Pero el Gobierno tomó la decisión de ir para adelante, con la convicción de que tenía que ser el mejor arreglo para los próximos 30 años para la Argentina. En el principio, costó que lo entiendan los acreedores, pero terminó siendo un gol para la República Argentina, y para los que vivimos. De acá para adelante hay que construir, están hechas las bases hay que construir"

Es el epílogo de Juan Marotta, CEO de HSBC Argentina a cómo percibió el proceso de renegocación de la deuda, en el que la entidad actuó como banco colocador. A una semana de haber concluido exitosamente el canje de deuda, el ejecutivo dialogó con El Cronista acerca de la operación y el futuro del país.

"El deal de Argentina fue más amplio de lo que se consigue en el mundo"

-A principio de año el Gobierno hizo un cash flow para presentar a los bonistas, no había Covid-19, ni la crisis se pensaba que seróa como la actual, y se hizo la oferta inicial. Como punto a resaltar, logró juntar a mucha gente en la mesa. Se consiguió algo muy valioso, alinear las visiones de los acreedores de la Argentina, con portafoliios muy diferentes, y el Gobierno incorporó feedback y se fue elaborando una propuesta taylor made, sin dejar de escuchar a los acreedores. Y en un momento encontraron un camino común que fue generar cambios de fechas de los bonos, se logró el 93,5% de adhesión y se canjeó 99% de la deuda, donde quedaron fuera dos series de bonos par de cierta concentración en retail europeos. Es un gran paso para salir del cuasi o del technical default, con una deuda en pesos ahora performing, que se resolvió meses atrás después del reperfilamiento de agosto del año pasado, y con bonos en dólares en ley local que también se realizó un canje. Y ahora queda la asignatura pendiente de un entendimiento con FMI.

-Hubo varios mitos e hitos en la negociación, como que en el arranque no había diálogo del ministro Guzmán con los acreedores, o que debía acordarse primero con el FMI, que estaba invertida la negociación, ¿cómo evolucionó en la negociación en concreto?

-Hay que tener en cuenta que en la mesa había fondos que invirtieron de buena fe, y había argumentos de ambos lados de la mesa. Yo destaco la voluntad de diálogo que siempre estuvo, y la posibilidad de incorporar a grupos de inversores, que iban a entendiendo la situación de Argentina, con el impacto de la pandemia, que no estaba previsto inicialmente cuando se inició la negociación y esto lleva al final del día que las dos partes empezaron a escucharse más. Hubo sí, momentos tensos.

"El Gobierno fue claro con que quería encontrar la solución a la deuda. Cuando hay un objetivo claro, el proceso fluye"

-¿Pensó que en algún momento se rompía todo?

-No, hubo momentos más difíciles de la charla, pero en todo momento el alineamiento de objetivos se mantenía.

-Después de esta negociación, ¿cree que los inversores terminaron de cansarse de la Argentina? Y en el corto plazo ¿saldrán en cuanto puedan de sus posiciones en el país?

-Por un lado, muchos fondos tienen intereses en la Argentina en equity, y están hace tiempo, y tienen posiciones en pesos. Pero al final del día, lo que la Argentina ofrece es un deal más amplio que el promedio. Un cupón de 3% es más alto de lo que está en el promedio del mundo, quizás es un interés apetecible. Desde el punto de vista del carry por el cupón y del exit yield es difícil encontrar 11% en el mundo, con un país que no va a tener dificultades para hacer frente. El rendimiento de estos fondos va a generar un interés. No veo un mundo donde la volatilidad vaya a reducirse, sino donde se mantiene y está muy atada no sólo a variables duras de la evolución de la pandemia.

-¿La negociación con el FMI podría condicionar a la economía en el futuro?

-El paso más grande ya se dio, que fue destrabar el camino para sentarse con la deuda ordenada y definir un programa en que se sientan cómodos el país y el Fondo. Coincido con la visión de que la Argentina pueda salir de la crisis muy profunda y plantear escenario de recuperación económica para los próximos años.

"Era fácil otro acuerdo de deuda, pero se hizo el mejor arreglo por 30 años"

-¿Qué perspectiva tienen en el banco de la salida de esta crisis?

-Ha habido un impacto económico muy grande, una crisis de oferta por la pandemia y cuarentena, a medida que pasaron los meses, hubo síntomas de recuperación de consumo, en la cadena de pagos desde el pozo en el cual nos caímos. Pensamos que este año va a haber 11% de caída de PBI. Teníamos 10% y recalculamos. La inflación, pensamos que bajará de 55% el año pasado al 35%, caracterizada por las circunstancias porque no se pudieron aumentar los precios. Para 2021, pensamos una recuperación de 4% de la actividad, y a medida que tracciona la demanda, un incremento en la variación anual de precios, 10 puntos encima del 2020. Y vemos gran parte del esfuerzo del Gobierno para solventar el déficit por falta de ingresos y mayores gastos por la pandemia. Soy optimista en la tendencia, porque debería bajar el déficit fiscal a la mitad de 2020, por menores gastos y el incremento de la recaudación por la actividad.

"El arreglo de la deuda es el inicio de la reconstrucción de confianza, que es lo principal para resolver la cuestión cambiaria"

-¿Cómo evalúa la dinámica monetaria?

-En el mundo, hay pocos instrumentos para enfrentar la pandemia. Se pueden usar reservas, ahorros, endeudamiento o financiamiento interno. El Gobierno no tenía ahorros, ni financiamiento externo, y tuvo que financiarse por el Banco Central. No hay muchas alternativas. Eso empezó a crear un incremento mensual la base monetaria, que venía de muy chico de la anterior gestión. Pero también vemos una tendencia morigerada en los últimos 30 días, a medida que Gobierno cede en la contingencia, y el BCRA está haciendo menos esfuerzos.

-¿Cómo está actuando el Gobierno para remediarlo?

-Hay actividad como la captación de liquidez por la colocación de Leliq como también por parte del Tesoro con letras de corto plazo, hay un proceso de esterilización del mercado de pesos.

-¿El BCRA está actuando de manera adecuada?

-Todos están operando en la contingencia.

-¿Qué hay que hacer con el mercado cambiario?

-Cuando se pierde la confianza, es la salida. El arreglo de la deuda en pesos primero, después el canje de moneda extranjera con ley local y ahora el de legislación extranjera es el puntapié para iniciar el proceso de reconstrucción de confianza, que no es de un día para el otro, sobre eso hay que empezar a construir, es la base para construir la casa arriba. Ahora tiene que haber un rumbo, una consistencia.

-Cuánto puede influir la política, las internas en el Gobierno, por ejemplo, en una salida a la economía?

-Si miro el proceso de la deuda, el Gobierno fue claro con que quería encontrar la solución, pudo renegociar. Cuando hay un objetivo claro, concreto, el proceso fluye. Todo tiene que ver con restablecer la confianza. No es un tema técnico.

-¿Hay un plan de gobierno claro?

-Hay un plan de crisis, como tenemos nosotros en el banco, para administrar una situación no prevista, por la pandemia, y en el medio se van dando pasos fuertes. El plan, mucho lo vamos a ver con el presupuesto del año que viene, con un 2021 un plan de recuperar la economía, que debería contener medidas para alentar la inversión privada en actividades que derramen en el resto de la economía, como la minería, petróleo, el gas.

-¿Cómo cambiaron las prioridades del banco?

-La salud de nuestra gente, y de los clientes y la atención de nuestros clientes, evitar tomar el riesgo, y que no por focalizar en la crisis, no quitar foco de los clientes. Esto nos permitió ganar clientes, algunos corporativos, volvieron a vincularse con productos de HSBC, como el e-check, que es un boom, todos quieren cambiarse a los cheques electrónicos. En el mundo poscrisis el desafío es mantener el ritmo de digitalización, más eficiente para los clientes, para interactuar, sin necesitar generar acciona física, avanzamos muchísimo.