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La deuda de las provincias también se subió a la tendencia alcista de diciembre. Los bonos de la Provincia de Buenos Aires, los de mayor liquidez, muestran una suba de 2,4% en cinco días, como es el caso del PBA 2037 que tiene un cupón de intereses del 5,25% anual. En un mes las ganancias llegan al 7,2%.

Usualmente los tenedores de esta categoría de bonos son "a finish" es decir, que buscan cobrar los intereses que año a año reparten.

Su estructura depende de cada provincia, con emisiones garantizadas por regalías petroleras o sin ningún tipo de respaldo para el inversor.

Fiscalmente rentables

La situación fiscal de las provincias es más holgada que la de la Nación, por lo que en teoría tienen menos probabilidad de default. De todas maneras, la restructuración lanzada por el gobierno de Alberto Fernández en el 2020 terminó arrastrando a la mayoría de las provincias como fue el caso de Neuquén, Chubut, Jujuy, Mendoza, Entre Ríos, Río Negro, Córdoba, Salta, Chaco, Buenos Aires y La Rioja que restructuraron sus pasivos tras negociaciones con acreedores.

La situación fiscal de las provincias es más holgada que la de la Nación, por lo que en teoría tienen menos probabilidad de default.

No ingresar en default y cumplir con los vencimientos de la deuda tiene siempre premio: la Ciudad de Buenos Aires tiene un bono al 2027 que no entró en renegociaciones con acreedores en el 2020 dado que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta cumplió con el pago puntual de los intereses y amortizaciones. Ese papel al cierre del lunes ofrece un rendimiento de 10,5% en dólares.

A futuro, el supuesto "ahorro" de intereses que usualmente alardean quienes restructuran la deuda, se termina evaporando y es menor al gasto por la sobretasa de interés que luego deben pagar por nuevos créditos.

Un inversor siempre exigirá mayor rendimiento al emisor de deuda que cuenta en su haber un default o restructuración de deuda con quitas.

La Ciudad de Buenos Aires incluso ofrece menor rendimiento que el gobierno nacional no sólo por reputación sino también por el 80% del presupuesto financiado con recursos locales.

Paradójicamente, CABA en 2001 entró en default pero ordenó rápidamente su relación con acreedores en la gestión de Aníbal Ibarra. Quien negoció con tenedores de bonos porteños fue Miguel Pesce, hoy presidente del BCRA.

Como la deuda a nivel nacional, las subas en los papeles provinciales se debió en su mayor parte a una recuperación de los mercados emergentes y la expectativa de que Estados Unidos frenará en el corto plazo la suba de las tasas.

Luego, el rumbo del mercado estará en función de la economía argentina en el 2023, un acertijo para todo inversor.