Desde mediados de abril, cuando el Gobierno anunció la flexibilización del cepo para las personas físicas e implementó un esquema de flotación entre bandas para el dólar, y hasta fines de junio, el tipo de cambio oficial no registró grandes sobresaltos en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC).
Sin embargo, el inicio de julio trajo consigo otro panorama para la divisa. Algunos factores estacionales (cobro del aguinaldo y fin de la rebaja de retenciones) e internos (tensión preelectoral y ruido político en el Congreso), sumado a la decisión del Ministerio de Economía de desarmar las Letras Fiscales de Liquidez (LEFIs) "de golpe", generaron una fuerte presión sobre el dólar, que llegó a cotizar a $ 1310 para la venta.
Esto implica que el tipo de cambio se ubicó por encima de la zona media de las bandas cambiarias, algo que no había ocurrido en ninguno de los meses previos, dado que, por lo general, se mantuvo en el rango de los $ 1100 y $ 1200. Ahora, en las últimas ruedas, se estancó en la zona de los $ 1300.
Al respecto, el economista y exministro de Economía durante el gobierno de Mauricio Macri, Hernán Lacunza, le puso paños fríos a la tensión cambiaria y explicó que, previo a que el Ejecutivo oficialice la flexibilización del cepo, había un cierto atraso en el tipo de cambio.
"El Gobierno había heredado, como sabemos, una situación muy crítica y con muchas restricciones para disimular las inconsistencias. Hace tres meses, empezó a liberar el cepo cambiario y eso le hizo perder un poco de control de las variables nominales (por la suba del dólar oficial)", sostuvo en diálogo con el canal de streaming de La Voz en Vivo.
En esa misma línea, señaló que en las últimas semanas en la Argentina se observó un "proceso de normalización" cambiaria, el cual, según remarcó, nunca va a ser de forma lineal.

"Creo que había un dólar que estaba atrasado, artificialmente reprimido por aquel cepo, que tampoco se terminó de liberar (solo para personas físicas). Hoy en día, tenemos una situación con un tipo de cambio que es 15 o 20% superior de lo que era hace tres meses. Y un mercado de cambios que, por lo menos la mitad, está liberado", afirmó.
Asimismo, el fin de las LEFI, instrumento por el cual el Tesoro Nacional controlaba la liquidez de los bancos, derivó en una mayor volatilidad en las tasas de interés en pesos, lo cual se tradujo en la disparada del tipo de cambio como cobertura. "Habían quedado muchos pesos sueltos y eso presionó al dólar", precisó Lacunza, respecto al desarme que dejó un saldo de alrededor de $ 10 billones en la calle.
Por ese motivo, el Tesoro lanzó una licitación exprés (LECAPs), fuera de calendario, en la que buscó absorber pesos, pero solo captó $ 4,7 billones. Este martes, tras días de incertidumbre, el Gobierno pasó una prueba de fuego, adjudicó $ 9,023 billones en una nueva licitación, aunque debió convalidar tasas del 4% mensual.
"Para que todos los pesos no se vayan al dólar, hubo que subir la tasa de interés para premiar quedarse en pesos. Esto no es gratis, porque afecta a la actividad y al empleo", planteó.
En otro fragmento de la entrevista, el economista también dejó en claro que, durante los períodos preelectorales, prevalece la dolarización de carteras. "Si usualmente los argentinos compran u$s 1.000 millones por mes, en períodos electorales se duplica o triplica y esto pone más tensión en el mercado y en la tasa de interés", consignó.














