En 2026 vencen más de u$s 22.000 millones. Los compromisos de deuda son muy elevados y superan los u$s 25.000 millones por año, hasta al menos 2032. El mercado pone el ojo en la acumulación de dólares para que siga la baja del riesgo país y que la Argentina recupere el acceso al mercado global.
El debate se centra en si la Argentina podrá volver a colocar deuda en el exterior en enero, cuando le vence u$s 4200 millones con privados. Y, si lo logra, cuáles son los bonos preferidos por el mercado, luego del rally post electoral.
Vencimientos de deuda y vuelta a Wall Street
Todo el mundo habla sobre la necesidad de acumular reservas por parte del Banco Central (BCRA).
Sin embargo, la clave pasa por determinar cuántos dólares exactamente necesita la Argentina.
En esa línea, hay que mirar las necesidades de dólares del país para hacer frente a sus compromisos financieros.
En 2026 hay vencimientos en enero y julio de los bonos en dólares que suman u$s 8500 millones entre capital e interés.
A otros multilaterales hay que pagarles u$s 5100 millones a lo largo de todo el año, mientras que con el FMI las obligaciones son de u$s 4200 millones. Además de estos compromisos del Tesoro, el Banco Central tiene que pagar Bopreales por u$s 2300 millones.
Desde Econviews no esperan un regreso de la Argentina a Wall Street para enero.
“Al menos para enero creemos que no va a volver el financiamiento externo. Sí le asignamos chances a que el gobierno compre algo de reservas en el mercado o haga una reapertura del Bonte 30. El resto podría ser cubierto con los dólares del FMI o la activación de una nueva parte del swap con EEUU. Para los de julio no es algo obvio que se llegue, aunque sí está claro que si el Banco Central empieza desde ahora un programa de compra de reservas podemos llegar a esa fecha mucho más cerca de refinanciar el capital”, dijeron.
De cualquier manera, los analistas de Econviews consideraron que en la actualidad la Argentina se encuentra mejor parado que en el 2016 para poder volver a los mercados y es la cuestión fiscal.
“El problema fiscal ya fue resuelto. Como referencia, en 2016 el déficit fiscal había sido 5,8% del PBI y en 2017 5.9%. Para este año estimamos que cerrará en 0%”, dijeron.
Sin embargo, la cuenta pendiente es el stock de dólares y el nivel de reservas.
“La clave ahora pasa por las reservas. El Banco Central tiene que volver a acumular dólares que sirvan como respaldo frente a shocks externos inesperados. De otra manera, seguiremos dependiendo de que cuando las cosas se complican llegue la ayuda de algún prestamista para evitar la cesación de pagos. La bala del FMI ya se gastó y también la del Tesoro de EEUU”, comentaron desde Econviews.
En total, en 2026 vencen poco más de u$s 23.000 millones y, mirando a mediano plazo, el perfil de vencimientos sigue siendo altamente desafiante en los próximos años.
Para 2027, los compromisos de la Argentina superan los u$s 25.000 millones por año hasta 2031 y apenas caen debajo de dicha marca en 2032.
Los vencimientos caen apenas debajo de los u$s 20.000 millones en 2033 y a u$s 16.000 millones en 2034.
Recién para 2035, los compromisos de deuda caen a niveles cercanos a los u$s 5000 millones.
En cambio, Adrián Yarde Buller, economista jefe y estrategia de Facimex Valores, sí ve chances de que la Argentina regrese a los mercados financieros de deuda para renovar los vencimientos de enero.
“El riesgo país cayó a la zona de 620pbs y el ratio contra entre el EMBI Argentina y el spread de la deuda emergente high yield comprimió a 1,8 vences, reflejando que Argentina está cada vez más cerca de volver al mercado. Esperamos que hacia fin de año el ratio entre Argentina y emergentes high yield disminuya a la zona de 1,5 veces, consistente con un riesgo país de 525pbs; lo que le permitiría a Argentina recuperar el acceso al mercado para refinanciar los vencimientos de capital de enero”, dijo.
Riesgo país mas bajo y potencial de bonos
Está claro que con un riesgo país apenas debajo de los 600 puntos, el mercado ve aún más cerca el regreso de la Argentina a Wall Street.
Sin embargo, los analistas también ven la necesidad de que el costo financiero argentino caiga a niveles aún más deprimidos para abaratar aún más el financiamiento de deuda para hacer frente a los compromisos financieros del país.
Ello implica que los bonos aun deberían subir más para que baje la tasa de la deuda y se abarate el costo financiero argentino.
Los analistas de Adcap Grup Financiero resaltaron que, tras el sólido resultado electoral que confirmó el apoyo de Estados Unidos, el mercado volvió a un ánimo alcista, bajo el cual los inversores asignan mayores probabilidades a una recuperación del acceso a los mercados en el corto plazo.
Sin embargo, coinciden en que la acumulación de reservas parece depender de esa recuperación del acceso al mercado y de la reactivación de la demanda de dinero.
“En las próximas semanas o meses, el principal catalizador debería ser el préstamo de u$s 20.000 millones destinado a recomprar deuda con el fin de reducir el riesgo país y luego restablecer el acceso a los mercados. Asignamos una probabilidad del 60% al escenario alcista, en el cual los spreads de Argentina se reducirían a 400 puntos, el país recuperaría el acceso al mercado y reanudaría la acumulación de reservas hacia junio de 2026”, afirmaron.
En un escenario alcista y un regreso del riesgo país a los 400 puntos básicos, los bonos podrían subir entre 10% y 23%, mientras que para un nivel de riesgo país de 550 puntos, los bonos podrían subir entre 9% y 16%, según cálculos de Adcap Grupo Financiero.
En cuanto al posicionamiento, desde Adcap Grupo Financiero recomiendan aumentar la exposición al riesgo en bonos soberanos en dólares, realizando un canje de bonos más cortos como el Global 2030 por los Global 2035, dado que esperamos que los bonos más largos generen un rendimiento del 24%, aproximadamente 10% más que los bonos de corto plazo.
También ve valor en los bonos bajo ley argentina de vencimiento más largo, como el Bonar 2038, que ofrecen 175 puntos básicos adicionales de rendimiento.
En cuanto a las inversiones en dólares, Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, sostuvo que, de comenzarse un sendero de acumulación contra remonetización de la economía, podríamos seguir viendo una dinámica al alza en los bonos en dólares.
Además, indicó que, si el esquema cambiario se flexibiliza, en un contexto de orden fiscal-monetario, el potencial alcista podría ser mayor.
“Mirando dentro de las curvas, creemos que, tras el fuerte rally experimentado, hay valor de corto plazo en pasar de GD35 o GD41 a GD30 (aunque de mediano/largo seguimos manteniendo GD35 como top pick). Comprar GD35 contra venta de GD41 también sería atractivo mirando ratios. Pensando en trades de legislación, vemos valor en pasar desde GD30 hacia AL30 y desde GD35 hacia AL35, y desde AE38 hacia GD38”, detalló.
Actualmente el tramo corto de la curva opera con tasas debajo del 10%, es decir, 8,9% en el GD29 9,7% en el GD30. Los demás titulos rinden apenas por encima del 10%.
Esto implica que la Argentina podría colocar deuda en Wall Street con tasas de un dígito a 2029.
Sin embargo, el mercado espera ver mayores subas ya que todavía la Argentina rinde con tasas por encima de sus comparables. En ese caso, los analistas siguen viendo potencial alcista en los títulos locales.
Yarde Buller consideró que la deuda soberana mantiene su potencial alcista y prioriza concentrar la exposición en Globales largos.
“Ante nuestra expectativa de que la curva soberana siga normalizándose, concentramos la exposición en Globales largos como el GD35 y el GD41. Además, el spread por legislación entre el AL30 y GD30 sigue en niveles relativamente elevados al superar los 200pbs,favoreciendo el posicionamiento en Bonares para aquellos inversores que priorizan un mayor recupero de la inversión bajo el mandato de Javier Milei”, sostuvo Yarde Buller.
Finalmente, desde Cohen resaltaron que mantienen una visión constructiva sobre la deuda soberana en dólares, con mayor potencial en los títulos más largo,
“Favorecemos una rotación de posiciones desde el AE38 (TIR 11,3%; MD 4,8) hacia el AL35 (TIR 10,9%; MD 5,6), y desde el GD41 (TIR 10,7%; MD 6,1) hacia el AL41 (TIR 10,9%; MD 6,0). Ambos bonos, por su mayor duration, ofrecen un potencial de apreciación superior ante una compresión adicional del riesgo país hacia 475 pb en el primer trimestre de 2026. Bajo este escenario, estimamos subas potenciales del 18,3% para el AL35 y del 18,5% para el AL41”, indicaron desde Cohen.
Reservas y bandas
Para que el riesgo país pueda seguir bajando, el mercado mira de cerca la dinámica en la acumulación de reservas, así como también en los acuerdos políticos que pueda llevar a cabo el Gobierno para aprobar las reformas estructurales.
Cuando se mira de cerca las reservas, la clave pasa también por el esquema cambiario que adoptará el equipo económico para logar tal acumulación.
En ese sentido, el Gobierno, a través del presidente Javier Milei, y del ministro Luis Caputo, resaltaron que el esquema de bandas se mantendrá.
Sin embargo, según trascendió durante el fin de semana y en una nota de la agencia Bloomberg, el equipo económico prepara un plan que incluye acumulación de reservas, recompra de deuda soberana.
Bloomberg reportó, en base a fuentes con conocimiento directo en el asunto, que el ministro de Economía Luis Caputo les comunicó a inversores en Nueva York que planea acumular reservas y recomprar bonos soberanos en dólares.
Una de las fuentes indicó que Caputo espera desvelar el plan completo en un plazo de treinta días.
En relación a la acumulación de reservas, Caputo señaló que las compras de dólares se podrán realizar incluso si el tipo de cambio se ubica dentro de la banda y lo hará cuando la liquidez del mercado sea fuerte, abriendo la puerta a block trades del Tesoro contra emisiones de deuda offshore.
No especificó cuándo comenzarían las compras de dólares, pero dijo que espera que el tipo de cambio siga apreciándose a medida que crezca la demanda de pesos, algo que se acentuará con fuerza en diciembre y enero por cuestiones estacionales.
Estas novedades refuerzan la atención sobre el futuro del esquema cambiario.
Los analistas de Max Capital afirmaron que las bandas cambiarias continúan siendo el principal punto de preocupación entre los inversores, ante el riesgo de eventuales intervenciones en el techo cuando el Gobierno debería estar acumulando reservas internacionales netas.
“Si bien el tipo de cambio no bajó tras las elecciones, el Gobierno confía en que se estabilizará dentro de las bandas, atribuyendo las presiones al desarme de pasivos en dólares y al nivel elevado de tasas domésticas previo a los comicios”, sostuvieron desde Max Capital.
Bajo el futuro de las bandas cambiarias, desde Max Capital ponen el foco en la dinámica de ingresos de dólares en los próximos meses.
“Un ingreso sustancial de capitales por la cuenta financiera debería contribuir a sostener el tipo de cambio y mantener el esquema de bandas, por lo que el Gobierno parece confiar en dichos flujos. En ausencia de estos ingresos adicionales, junto con una posible inflación de no transables superior al 1% y la necesidad de recomprar reservas, el esquema cambiario podría requerir algún ajuste hacia el segundo trimestre de 2026, aunque mantenemos una visión constructiva sobre la moneda, que estimamos podría apreciarse alrededor de 4 % real en 2026”, dijeron.
Nicolas Max, director de Criteria, remarco que el sorpresivo resultado de las elecciones legislativas del 26 de octubre disipó en buena medida las tensiones que se venían acumulando en el frente político y ofreció una semana con una performance históricamente sobresaliente.
Hacia adelante, Max remarca que uno de los interrogantes es qué es lo que ocurrirá en el frente cambiario.
“Si bien el Poder Ejecutivo mantiene su compromiso con el actual esquema de bandas, persisten las especulaciones acerca de la necesidad de migrar hacia un sistema alternativo, que propicie la convergencia hacia un tipo de cambio de equilibrio determinado por la libre interacción entre oferta y demanda. Tal transición, aun con el riesgo de un overshooting inicial y su consiguiente impacto sobre los precios, podría dotar al Gobierno de una posición más holgada para participar en el mercado libre de cambios con el objetivo de recomponer reservas internacionales”, dijo Max.