Creemos que la reacción inicial del Gobierno no va a ser una devaluación o la imposición de tipos de cambio múltiples, sino una aceleración de la tasa de depreciación del peso, pero sin sobresaltos, estima Marcos Buscaglia, economista jefe de América Latina de Bank of America, en una entrevista con El Cronista, en la que evalúa el destino de la economía del país en la última etapa de gobierno kirchnerista, luego de las elecciones legislativas.
Para el licenciado en economía de la UCA, el contexto externo jugará en contra del país en 2014, sumado a un inevitable ajuste de variables internas. Prevé un tipo de cambio de $ 9 para fines del año que viene y augura una contracción de la economía, de 1,8%. Considera que no se pagará el cupón PBI, aunque reconoce que las proyecciones oficiales todavía se mantienen muy por encima de 3,22%.
Antes de unirse al Bank of America en septiembre de 2010, Buscaglia también fue economista jefe de Citibank para la región y enseñó en la Universidad de San Andrés, la Escuela de Negocios del IAE y la Universidad de Pennsylvania, donde obtuvo su doctorado en economía.
¿Cómo evolucionará la economía en los próximos dos años?
La economía va a enfrentar desafíos importantes. Esperamos que la Reserva Federal de Estados Unidos comience a reducir gradualmente el estímulo monetario a principios de 2014, lo cual va a impactar en un menor flujo de capitales hacia países emergentes y en menores precios de los commodities. Además, estimamos que el crecimiento de Brasil continúe en menos de 3% y que el real se deprecie a 2,4 unidades por dólar. Este contexto externo será un poco más difícil para la Argentina, a lo que se sumarán ajustes necesarios en algunas variables económicas locales durante 2014.
¿Cuáles son los principales desafíos que deberá enfrentar el país?
Hay que corregir, aunque sea parcialmente, el desbalance fiscal y el externo; además, ligado a ambos, está el desfasaje de precios de los servicios públicos. Es por esto que esperamos una desaceleración del gasto público y una mayor depreciación del peso en 2014, sumado a restricciones cuantitativas sobre turismo e importaciones.
¿Cuál es el crecimiento que proyectan para la Argentina?
Durante 2013 esperamos que la economía se expanda entre 2% y 3%. Dados los ajustes fiscales y un contexto externo algo mas desfavorable, esperamos que la economía tenga una leve contracción en 2014, del orden de 1,8%. Por otro lado, en 2015 habrá un crecimiento bajo, impulsado por el posicionamiento del sector privado para un mejoramiento de las políticas macro en 2016.
Muchos ponen en duda que se pague el cupón PBI el año que viene. En caso de que de que se gatille, ¿podría poner en peligro otros pagos de la deuda?
Nuestro pronóstico es que no se pagará, justamente porque esto pondría en peligro la capacidad de pago de la deuda del país. No creemos que la economía vaya a crecer mas de 3,2% este año. Lo cierto, de todas maneras, es que hasta ahora los números de crecimiento oficiales están muy por encima de esta cifra, que es el valor que dispara el pago del warrant el año que viene. Con lo cual, el riesgo de que haya un pago, a pesar del bajo crecimiento real de la economía, ha aumentado. Sin embargo, hay amplias oportunidades de revisar estos datos, especialmente si el INDEC cambia el año base de las Cuentas Nacionales - actualmente es de 1993 - que está muy desactualizado.
¿Cómo estima que será la evolución de las reservas?
Creemos que las reservas seguirán cayendo durante 2014, aunque a un menor ritmo que durante este año. Esto se debe a que los pagos de deuda pública externa son menores en 2014 que en 2013. Este año se pagó alrededor de u$s 3,000 millones de swap lines, lo cual no espero que se repita el año que viene, ya que estimamos un fortalecimiento de los controles cambiarios y una mayor depreciación del peso, lo cual redundará en menores importaciones y una mejor balanza de servicios.
¿Es posible revertir esta situación en el corto plazo?
No creo que se pueda evitar una caída de reservas, debido a que esperamos un mayor déficit energético y a que los controles cambiarios demostrarán que al final del día no funcionan. Además, la caída se agravaría si el gobierno decide pagar el cupón PBI a fines de 2014. Por otro lado, durante 2015 la caída de reservas será mayor, ya que vencen más de u$s 5,800 millones del Boden 15, y poco mas de u$s 1500 millones en bonos de la Provincia de Buenos Aries.
¿Cuál cree que será el sistema cambiario después de octubre? ¿En qué valor esperan que se encuentre el tipo de cambio oficial?
Creemos que la reacción inicial del Gobierno no va a ser una devaluación o la imposición de tipos de cambio múltiples, sino una aceleración de la tasa de depreciación del peso, pero sin sobresaltos. Dado que esto no va a ser suficiente para detener la caída de las reservas internacionales, los riesgos de ver tipos de cambio múltiples implementados no son menores, pero no forman parte de nuestro escenario central. Sí vemos una mayor depreciación del peso, cerca de $9 a fin de 2014.
¿Contemplan que la Argentina pueda entrar en default técnico antes de 2015?
Los tiempos del caso sobre la cláusula pari passu en Estados Unidos parecen haberse alargado, ya que todavía falta la respuesta al pedido Argentino de una revisión en banc, es decir por todos los paneles del circuito de apelaciones. Suponiendo que el pedido sea denegado, la Argentina tiene 90 días adicionales para presentar un nuevo recurso de apelación ante la Corte Suprema. Y todavía queda la posibilidad, aunque esto no es seguro, de que el máximo tribunal pida la opinión al Procurador General, lo cual puede estirar más los plazos. Esto suponiendo que la cautelar que pesa sobre la decisión de la Corte de Apelaciones no sea levantada en el interregno.
¿Qué implicancias tendrá para la economía si la Argentina entra eventualmente en default?
Si el caso, al final de todo este proceso, tiene una sentencia firme en contra de la Argentina, hay una probabilidad de default. En nuestra opinión, el costo económico de un default sería muy grande: creemos que la economía puede llegar a contraerse mas de un 5% en los próximos 12 meses al default, ya que induciría a una aceleración del cambio de portafolio hacia monedas extranjeras y a una mayor limitación del crédito externo hacia la Argentina.