A causa de la aceleración inflacionaria y cambiaria, la Argentina perdió competitividad y la brecha se disparó.
Adicionalmente, el Gobierno prometió un dólar oficial en $350 hasta noviembre, por lo que estiman que el peso seguirá apreciándose.
Advierten que esto eleva los riesgos devaluatorios y sube la vara sobre el tamaño de la próxima devaluación.
Apreciación cambiaria
El Gobierno devaluó 22% el tipo de cambio oficial tras las PASO.
A su vez, luego de la medida, fijó el oficial sin cambios en $350.
En paralelo, la inflación se aceleró a dos dígitos, con un aumento de los precios mayor al 22% que devaluó el BCRA, provocando una apreciación en términos reales del peso.
Es decir, la devaluación, combinada con la fijación del dólar oficial en $350 y la aceleración inflacionaria posterior, provocó una pérdida de competitividad sustancial en cuestión de semanas.
La devaluación tras las PASO hizo saltar el tipo de cambio real multilateral (TCRM) a niveles de 2020, pero en cuestión de semanas esa mejora se perdió por completo.
De hecho, hacia finales de septiembre se licuó toda la mejora real provocada por el ajuste cambiario y hoy el peso está más apreciado que antes de la devaluación posterior a las PASO.
Por lo tanto, y mirando hacia adelante, el mercado estima que la apreciación real podría continuar en la medida en que el BCRA siga fijando el tipo de cambio en $350.
Eduardo Setti, secretario de Finanzas de la Nación, anticipó que el oficial no se moverá y permanecerá en $350, al menos hasta el 15 de noviembre próximo.
Esto hace proyectar que, para las próximas semanas, el peso contra el dólar oficial se seguirá apreciando y que la Argentina seguirá perdiendo competitividad.
Nery Persichini, head de estrategia de GMA Capital, explicó que fijar el tipo de cambio con una nominalidad moviéndose en torno a los dos dígitos por mes, tiene grandes implicancias para la competitividad de la economía.
"Hoy el peso se encuentra apreciado 4,7% con respecto al vigente el viernes previo a las elecciones PASO. En caso de mantenerse fijo en $ 350, y siguiendo con la proyección de inflación del REM, hacia la semana próxima el TCR alcanzaría su nivel más bajo en toda la gestión de Alberto Fernández", anticipó Persichini.
Además, estimó que, "si el Gobierno decidiera dejar inalterado el dólar en $ 350 hasta el traspaso de mando, para ese momento el peso llegaría a niveles de apreciación no vistos desde diciembre de 2015".
Los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI) sostuvieron que, en caso de sostenerse el tipo de cambio en $350 hasta la segunda vuelta, el peso estará más que artificialmente apreciado en el mercado oficial.
Según sus análisis, antes de las elecciones del domingo, el tipo de cambio real multilateral (ITCRM) ya estaba 8,2% por debajo de los niveles pre devaluación post PASO.
"Proyectando una inflación de 10% en octubre y 13% en noviembre, el tipo de cambio real bilateral con EE. UU el día post ballottage sería 18,8% inferior al de las PASO pre devaluación", afirmaron.
Puesto en perspectiva, sería el más bajo desde abril de 2018. En ese sentido, estiman una mayor presión devaluatoria futura.
"La apreciación artificial del peso de los tres meses entre PASO y ballotage potenciará el inexorable salto del tipo de cambio oficial en los primeros días de la nueva administración, lo que provocará un nuevo salto de la nominalidad, no sin riesgos de espiralización", advirtieron.
Necesidad de una devaluación mayor
El mercado estima que esta dinámica en la apreciación del peso es una mala señal para la economía de cara a las próximas semanas y meses.
El mercado considera que cuanto más se aprecie el tipo de cambio oficial en términos reales, más chances habrá que de que el Gobierno no solo tenga que volver a devaluar, sino que el tamaño de dicho corrimiento cambiario podría ser aún mayor de modo que se corrija el atraso y la brecha cambiaria.
Agustín Helou, trader de Portfolio Investments, considera que es necesaria una devaluación en algún momento para corregir los flujos.
Helou remarcó que cuanto más se atrase el TCRM, más deuda haya que pagar y cuanto más bajas sean las reservas, más tendría que devaluar el BCRA.
"Si la Argentina no tiene reservas y va a depender de los flujos que genere, para que ese flujo sea positivo se necesita un tipo de cambio real multilateral (TCRM) competitivo. Por otro lado, si encima hay que pagar deuda, necesitas que ese saldo sea positivo por ende más alto aun el TCRM", detalló.
También señaló que existe un factor político detrás de esta medida.
"Hay que ver si el nuevo presidente entra con la fortaleza política como para hacer un salto discreto que al final del día lo deje bien parado. Si no es así, agregaría más nominalidad únicamente. Imagino que el próximo gobierno va a devaluar y a la vez internará anclar la devaluación con un crawling peg para buscar un reordenamiento y estabilización", estimó Helou.
Tras el resultado del domingo, durante la jornada del lunes se evidenció una moderación en las expectativas de devaluación, con una baja en los contratos de dólar futuro de 20% al 30%.
El viernes las tasas de devaluación se ubicaban cerca del 100%, mientras que tras la baja de ayer, el mercado ajustó dichas expectativas casi a la mitad.
Aun así, sigue viendo presiones devaluatorias que ocurrirán posterior a las elecciones de noviembre.
Finalmente, Mateo Rescihini, research de Inviu, agregó que el hecho de que se haya borrado la competitividad tras el salto cambiario probablemente lleve al Central a tener que aplicar otro salto cambiario para mejorar la competitividad.
"El problema que tenemos ahora es la dinámica de la inflación acelerada y que ante el tipo de cambio quieto se comió ya todo el salto", sostuvo Reschini.
Brecha récord y super peso: devaluación asegurada
El hecho de que el Gobierno mantenga sin cambios el tipo de cambio oficial mientras la inflación se acelera provoca una apreciación en términos reales (una pérdida de competitividad).
En paralelo, no mover el oficial mientras se dispara el tipo de cambio financiero provoca una ampliación de la brecha cambiaria, la cual alcanzó récords de este siglo de 215%, para luego moderarse en el 167% tras la baja del lunes.
Más allá de la moderación de la brecha el lunes, el mercado ve a esta situación como insostenible y altamente probable un salto cambiario del tipo de cambio oficial para corregir los desequilibrios.
Florencia Calvente, research de Conosur Investments, anticipó que, para fin de octubre, si se mantiene el oficial en $350 el tipo de cambio real estará incluso por debajo que el de julio.
Esto significaría que en tan solo dos meses se consumió el salto del tipo de cambio oficial post-PASO.
Dicho esto, Calvente estima que, de acá a fin de diciembre, la devaluación del tipo de cambio oficial es muy probable.
"Es muy posible un salto cambiario principalmente por el nivel de gasto en reservas que implica la contención de la brecha con el dólar financiero, por el saldo negativo en cambios que muestra el BCRA ante la escasa liquidación de divisas a través del MULC, y por la aceleración de la inflación luego de la devaluación de agosto. Creemos que el timing va a estar definido principalmente por el resultado de las elecciones", afirmó.
Maximiliano Donzelli, Head of Research en IOL invertironline, explicó que la Argentina está competitiva si se toma el contado con liquidación, pero atrasada si se mira el oficial y que, por lo tanto, se requiere una devaluación para achicar el diferencial.
"Luego de la devaluación del 22% del tipo de cambio oficial, la brecha llegó a ubicarse en máximos históricos de más del 200%. Si miramos la serie del dólar ajustado a términos reales, nos ubicamos en máximos históricos, por lo tanto, el mercado estaría descontando una devaluación hacia delante que permita achica este nivel de brecha mencionado anteriormente", comentó Donzelli.