Cuando Vladimir Putin ayer ordenó un ejercicio militar no programado, un nervioso Washington se apuró por responder al presidente ruso con una advertencia sobre la necesidad de respetar las fronteras de Ucrania.

Los temores a la intervención militar rusa recalcan con qué rapidez subieron las apuestas en la crisis en Ucrania y qué difícil se volvió para el gobierno de Putin manejar la amenaza de que se esté formando una revolución allá.

Desde que la oposición ucraniana derrocó a Viktor Yanukovich, el ex presidente cuya vida política el gobierno de Putin había intentado mantener con la promesa de un rescate por u$s 15.000 millones, muchos rusos están preocupados.

Tengo miedo de que haya una guerra, señaló Nikolay Siyasinov, ex soldado en Moscú, refiriéndose a la decisión del parlamento ucraniano de abolir la legislación que convierte en oficiales los idiomas de las minorías, a los informes de los medios rusos sobre supuestas amenazas a las iglesias ortodoxas rusas y a los temores a una tensión étnica en Crimea, una península que tiene una mayoría étnica rusa.

Rusia tiene su Flota del Mar Negro estacionada en Sevastopol, el puerto de Crimea.

En una encuesta online realizada anoche por Silver Rain, una popular radio, tres de cada cuatro oyentes opinan que Crimea debería unirse a la Federación Rusa.

Un día antes, la indignación arrasó la blogósfera rusa cuando los ucranianos demolieron un monumento a Mikhail Kutuzov, el general ruso que ayudó a derrotar a las fuerzas francesas en la guerra de Crimea del siglo XVIII.

El escritor Eduard Limonov exigió en su blog: Todo el pueblo ruso debe ponerse del lado de Sevastopol en oposición a Maidan.

Mientras tanto, los políticos rusos viajan entre Moscú y Crimea para monitorear al situación, y algunos de ellos exigen que Moscú empiece a entregar pasaportes a rusos étnicos en la península.

Sin embargo, mientras el ministro del Exterior acusó enojado al nuevo liderazgo ucraniano de mantener un comportamiento dictatorial y culpó a Occidente de supuestamente respaldarlo, Putin no dijo casi nada. En una entrevista por televisión el martes, su única gran aparición pública, sus comentarios giraron en torno a la finalización de los Juegos Olímpicos de Sochi.

Los Juegos Olímpicos terminaron. ¿Por qué Putin se mantiene en silencio?, se preguntan en un sitio web nacionalista.

Putin ve a Ucrania como determinante para la integridad territorial de Rusia y su influencia global.