En esta noticia

La exuberancia del modernismo catalán no se limita a las calles de Barcelona. También puede encontrarse en pueblos discretos, en construcciones que combinan tradición, fe y creatividad arquitectónica.

Ese es el caso del Santuario de la Mare de Déu de Montserrat, en el diminuto municipio de Montferri (provincia de Tarragona). Este santuario, obra de un discípulo de Antoni Gaudí, es frecuentemente comparado con su obra maestra, la Sagrada Familia de Barcelona.

Este templo se integra en el paisaje tarraconense como un barco de piedra apuntando hacia la fe y el arte.
Este templo se integra en el paisaje tarraconense como un barco de piedra apuntando hacia la fe y el arte.Fuente: ShutterstockShutterstock

Qué es Montferri y por qué su santuario sorprende

Montferri es un pequeño municipio del Alt Camp, a unos 30 km de Tarragona capital, con apenas unos cientos de habitantes. Quienes esperan encontrar un rincón puramente rural se llevan una sorpresa, ya que en su entorno se levanta un templo cuya arquitectura impresiona por su audacia y belleza.

El Santuario de la Mare de Déu de Montserrat comenzó a construirse en 1925 bajo el diseño del arquitecto Josep Maria Jujol, colaborador tradicional de Gaudí. Su cometido original era ofrecer a los vecinos un lugar de devoción sin tener que desplazarse hasta Montserrat tras la vendimia.

El proyecto, iniciado con gran ilusión, sufrió interrupciones por falta de fondos y por la Guerra Civil Española, entre otras, y no fue hasta 1999 cuando se completó la obra, tras una reconstrucción comunitaria.

Por qué este santuario recuerda a la Sagrada Familia

El templo destaca por su arquitectura modernista: 42 pilares, 33 cúpulas y arcos parabólicos que evocan la naturaleza, reminiscencia clara del estilo característico de Gaudí. Su planta poligonal, orientada como un barco hacia el macizo de Montserrat, sugiere una conexión simbólica entre lo terrenal y lo espiritual.

Detalles como barandillas de hierro forjado, vidrieras coloridas, formas orgánicas y una aguja central que remata el edificio completan la impresión de hallarse ante una creación modernista de gran escala.

Para muchos visitantes, la combinación de naturaleza, historia, fe y arquitectura convierte al santuario en una “mini Sagrada Familia”, una obra capaz de rivalizar con la monumentalidad de la basílica barcelonesa, aunque con la intimidad de un pueblo pequeño.

Qué ofrece Montferri más allá de su joya arquitectónica

Visitar Montferri no se reduce al santuario. En el entorno hay también un castillo medieval (el Castillo de Rocamora) que data del siglo XI, y una iglesia parroquial (Sant Bartomeu) que combina estilos románico y barroco.

El pueblo conserva calles empedradas, espacios vitivinícolas y la calma propia de la vida rural. Este contraste entre el recogimiento del entorno y la espectacular arquitectura modernista convierte a Montferri en un destino ideal para viajes de fin de semana, escapadas culturales o turismo rural con un toque de sorpresa.

La figura de la Mare de Déu de Montserrat ocupa un lugar central en este santuario, rodeada de formas simbólicas y luz natural.
La figura de la Mare de Déu de Montserrat ocupa un lugar central en este santuario, rodeada de formas simbólicas y luz natural.María Rosa Ferre

Cómo llegar y qué tener en cuenta

Montferri está a unos 30 kilómetros de Tarragona y a poco más de una hora en coche desde Barcelona, una distancia que lo convierte en una escapada perfecta desde las grandes ciudades. El santuario suele abrir sus puertas a quienes planifican la visita, así que es recomendable consultar horarios o reservar con antelación.

Quien recorra ese camino descubrirá una joya escondida del modernismo, un templo que armoniza con el paisaje y una tradición rural que ha sabido conservar su esencia mientras ofrece una sorpresa arquitectónica mayúscula.