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En la provincia de Granada, al pie de Sierra Nevada, se encuentra Lugros, un pueblo andaluz que ha ganado notoriedad por una tradición poco común en España. Cada 25 de abril, durante las fiestas de San Marcos, sus vecinos ofrecen comida gratis a todos los visitantes.

Lugros, con apenas 300 habitantes, forma parte de la comarca de Guadix, en el este de Andalucía, y ha convertido esta celebración en un atractivo turístico y cultural. Además de su generosa acogida, el pueblo se encuentra junto a la Dehesa del Camarate, conocida como el Bosque Encantado.

Lugros, el pueblo andaluz que ofrece comida gratis a visitantes durante sus fiestas patronales

Cada 25 de abril, Lugros cumple con un voto centenario que consiste en invitar a todos los visitantes a probar su emblemático Potaje de San Marcos, un guiso a base de garbanzos y bacalao cocinado siguiendo una receta tradicional.

Esta costumbre, instaurada tras la repoblación cristiana en el siglo XVI, mantiene vivo el espíritu de comunidad y hospitalidad que distingue al pueblo.

Las fiestas de San Marcos incluyen además la distribución gratuita del rosco bendecido, un pan dulce típico que, según la tradición local, protege contra las tormentas.

Durante esta jornada, la plaza mayor de Lugros se llena de vecinos y turistas que comparten comida y celebraciones, fortaleciendo el vínculo entre los habitantes y quienes visitan este rincón de Andalucía.

Turismo rural en Lugros: tradición gastronómica y naturaleza en la Sierra Nevada andaluza

Lugros destaca por su generosidad, y también por su entorno natural privilegiado. Uno de los lugares para conocer es la Dehesa del Camarate, también llamada Bosque Encantado. Este es parte del Parque Nacional de Sierra Nevada y es uno de los bosques mediterráneos mejor conservados de Andalucía.

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El sendero que atraviesa la Dehesa tiene unos 10 kilómetros de recorrido (solo ida), con dificultad baja, por lo que es accesible para la mayoría de los visitantes. En esta ruta se pueden ver robles centenarios, cerezos silvestres, arces, fresnos y sauces, un conjunto único que en otoño ofrece un espectacular cambio de colorido.

Dentro del propio pueblo, merece la pena pasear por las calles empedradas y descubrir la ermita inacabada junto al río Alhama, un lugar con gran valor histórico para los lugareños.