El crumble de frutos del bosque congelados es una receta sencilla y deliciosa que combina la acidez de las frutas con una cobertura crujiente de avena y mantequilla. Su preparación requiere solo unos 15 minutos de trabajo activo y aproximadamente 30 minutos de horneado, lo que lo convierte en una opción perfecta para quienes buscan un postre rápido y satisfactorio. La dificultad es baja, lo que permite que tanto principiantes como cocineros experimentados puedan disfrutar de este dulce.
El ambiente ideal para disfrutar de un crumble de frutos del bosque es una tarde acogedora, rodeado de amigos o familiares, quizás en una reunión informal o una merienda. Servido caliente, con una bola de helado de vainilla o un poco de crema batida, este postre se convierte en el broche perfecto para cualquier ocasión. La combinación de sabores y texturas, junto con el aroma que llena el hogar durante su cocción, crea una experiencia cálida y reconfortante.
¿Qué ingredientes se necesitan para hacer El. Crumble de frutos del bosque congelados?
Para preparar un delicioso Crumble de frutos del bosque congelados, necesitarás los siguientes ingredientes: 1 kilogramo de frutas del bosque congeladas, 2 manzanas (aproximadamente 300 gramos), 100 gramos de mantequilla sin sal fría, 150 gramos de harina común, 75 gramos de copos de avena y 150 gramos de azúcar granulada. Para servir, acompaña el crumble con una bola de helado de vainilla que realzará su sabor. ¡Disfruta de este postre reconfortante!
¿Cómo preparar El. Crumble de frutos del bosque congelados?
Para preparar un delicioso Crumble de frutos del bosque congelados, comienza precalentando el horno a 200°C. A continuación, coloca las frutas del bosque congeladas en un bol grande y, si tienes prisa, puedes meterlas en el microondas a potencia alta (900 W) durante 10 minutos para que se descongelen rápidamente. Si prefieres un método más lento, déjalas descongelar en el frigorífico durante toda la noche. Una vez que estén listas, escúrrelas y reserva el exceso de jugo para evitar que el crumble quede demasiado húmedo.
Mientras las frutas se descongelan, es el momento de preparar la base del crumble. Trocea las manzanas en dados de aproximadamente 1 cm, manteniendo la piel para añadir más sabor y nutrientes. En un bol aparte, corta la mantequilla en dados y mézclala con la harina, frotando con la punta de los dedos hasta obtener una textura similar al pan rallado. Luego, añade la avena y la mitad del azúcar, mezclando bien todos los ingredientes.
Finalmente, en una fuente de horno de 30 cm x 25 cm, vierte las frutas del bosque descongeladas y añade los dados de manzana junto con el azúcar restante. Remueve suavemente para asegurarte de que las frutas estén bien cubiertas. Espolvorea la mezcla de crumble por encima y hornea durante 25 minutos a 200°C, o hasta que la superficie esté dorada y crujiente. Sirve tu crumble caliente, acompañado de una bola de helado de vainilla para un postre irresistible. ¡Disfruta!