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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se enfrenta a una jornada clave en el Congreso. Las dudas sobre su gestión en la trama Koldo, junto con su papel en la agenda internacional, han tensionado la legislatura y disparado el interés mediático.

Este martes, se acordó que Sánchez comparecerá el 9 de julio en dos sesiones: una por la mañana, centrada en la corrupción del caso Koldo, y otra por la tarde, dedicada a su participación en cumbres internacionales, como la de la OTAN, el Consejo Europeo y la cumbre de la ONU en Sevilla.

El caso Koldo en el foco

La sesión de la mañana arrancará a las 9 de la mañana y se centrará en el escándalo que sacude al PSOE. La polémica se enfoca en Koldo García, exasesor de José Luis Ábalos, y Santos Cerdán, implicados en presuntas mordidas por adjudicaciones millonarias, principalmente de mascarillas durante la pandemia.

PP, Vox y socios como ERC y Junts presionaron para que esta comparecencia se celebrara cuanto antes y sin mezclarla con otros asuntos. Así lo explicaban en la Junta: no querían "popurrí" ni "porrusalda" de temas. El objetivo: forzar explicaciones claras y precisas sin distracciones de por medio.

Pleno vespertino: la agenda internacional sobre la mesa

Alrededor de las 15.00 hs., Sánchez retomará el pleno para exponer su gestión internacional. El presidente defenderá su participación en la cumbre de la OTAN en La Haya, el Consejo Europeo y la Conferencia de Financiación para el Desarrollo organizada por la ONU en Sevilla.

En estos encuentros, España renegoció su compromiso de gasto en defensa con la OTAN, evitando el aumento al 5 % del PIB para mantenerlo en torno al 2,1% actual. También se abordarán asuntos como la estrategia global de cooperación y los desafíos económicos postpandemia.

Tensión política y presión social

El retraso hasta el 9 de julio ha generado críticas: PP y varios aliados querían comparecencias inmediatas. El PP incluso intentó forzar la sesión esta misma semana, pero la presidenta del Congreso, Francina Armengol, rechazó la propuesta por falta de acuerdo unánime.

Dentro del PSOE, voces críticas empiezan a surgir. Por ejemplo, Ione Belarra, de Podemos, afirmó que "el ciclo de Sánchez ha terminado", en un contexto en el que la unidad del Ejecutivo se percibe cada vez más frágil.

La evolución de la trama tampoco ha sido imparcial: la UCO detectó el llamado "triángulo tóxico" formado por Ábalos, Cerdán y Koldo, y el Gobierno desvinculó el resto de la Administración, aplicando el protocolo de destituciones y reforzando el compromiso con la transparencia.

Escrito en parte con información de EFE