

Francisco Salazar, hasta hoy uno de los colaboradores más cercanos del presidente Pedro Sánchez, presentó su renuncia a la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE y a su puesto como coordinador institucional en La Moncloa. La decisión llegó horas después de la publicación de informaciones que lo vinculan con supuestos comportamientos de acoso hacia mujeres de su entorno laboral.
Aunque el dirigente niega las acusaciones, pidió de manera voluntaria apartarse de todos sus cargos. El PSOE y el Gobierno confirmaron su salida y anunciaron la apertura de diligencias previas para esclarecer los hechos. A pesar de que no existe ninguna denuncia formal en los canales oficiales, el caso ha generado un fuerte revuelo interno en el partido.
¿Qué se sabe de las acusaciones contra Salazar?
Las primeras informaciones surgieron a través del portal eldiario.es, que señaló la existencia de comportamientos inadecuados por parte de Salazar hacia mujeres que trabajaban con él. Aunque el PSOE aclaró que no recibió denuncias formales en los canales internos habilitados, el propio implicado solicitó el inicio de una investigación para aclarar su situación.

Desde el Gobierno informaron que también se activaron mecanismos para valorar si corresponde aplicar el protocolo de actuación frente al acoso sexual o por razón de sexo en el ámbito de la Administración General del Estado. Hasta el momento, ningún empleado o empleada de La Moncloa solicitó esa activación ni notificó comportamientos ofensivos por parte del dirigente socialista.
¿Cuál fue la reacción dentro del PSOE?
La renuncia de Salazar se conoció durante la reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE, en la sede de Ferraz. Adriana Lastra, actual delegada del Gobierno en Asturias, se manifestó en contra de su nombramiento incluso antes de la confirmación oficial de la salida. Otros referentes del partido, como Diana Morant o Pedro Casares, también pidieron que se tomaran en serio las acusaciones.
Pilar Alegría, ministra portavoz del Gobierno y secretaria general del PSOE de Aragón, había defendido inicialmente a Salazar. Lo calificó como una persona "íntegra", aunque más tarde rectificó y consideró "necesario" que el dirigente diera un paso al costado. La salida de Salazar se suma a la de Santos Cerdán, otro asesor de confianza de Sánchez, actualmente bajo prisión preventiva por otra causa.












