El escenario político de la Comunidad Valenciana ha dado un giro inesperado con la dimisión de Carlos Mazón, presidente de la Generalitat, en medio de una fuerte presión por su gestión de la dana que dejó 229 víctimas mortales. El movimiento ha desencadenado una serie de contactos entre los principales partidos de la derecha, con la vista puesta en la estabilidad institucional y en evitar una posible repetición electoral.

En este contexto, el Partido Popular y Vox han iniciado un primer acercamiento. El futuro político de la región está ahora en manos de negociaciones discretas, pero determinantes, donde lo que se pone en juego no es solo un nombre, sino el equilibrio de poder en una comunidad autónoma clave.

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Primer contacto entre Feijóo y Abascal tras la dimisión

Los líderes del PP y Vox, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, mantuvieron una conversación telefónica “cordial” y en “buen tono”, en la que abordaron el relevo en la presidencia de la Generalitat Valenciana. “Todavía no se han puesto nombres sobre la mesa”, confirmaron fuentes del Partido Popular a la agencia EFE.

Fuente: EFEChema Moya

Desde Génova, insisten en que será el PP de la Comunidad Valenciana el encargado de pilotar las negociaciones con Vox, aunque la dirección nacional seguirá de cerca el proceso. Ambos líderes han coincidido en la necesidad de “dar estabilidad a la Comunidad Valenciana”, que sigue enfrentando las consecuencias de la catástrofe natural que marcó el final del mandato de Mazón.

Por su parte, Vox adopta un tono prudente. Aunque reconocen la importancia del momento, aseguran que aún no hay negociaciones en marcha. “No ha cambiado nada, no hay negociación, no hay candidatos y no hay propuestas”, ha afirmado el síndic de Vox en Les Corts, José María Llanos.

Vox exige claridad antes de entrar en el debate de nombres

Pese a la presión política, Vox mantiene su estrategia de esperar a que el Partido Popular mueva ficha. “Cuanto antes sepa hacia dónde van, que se aclare, por el bien de la Comunitat Valenciana, y luego ya hablaremos”, expresó Llanos tras la Junta de Síndics en la que se activó el calendario de investidura.

Desde Vox, no descartan ningún escenario, incluida una eventual repetición electoral. Según han afirmado desde la formación, “siempre están preparados” para acudir a las urnas, destacando su experiencia en procesos electorales desde 2014. Aun así, en declaraciones a EFE, fuentes del partido aseguran que se tomará “la decisión que más contribuya a dar estabilidad a la Comunidad Valenciana”.

Tampoco se descarta que Vox busque un papel más decisivo en el próximo gobierno. Llanos señaló que “el mejor candidato que aceptara los postulados de Vox sería un candidato de Vox”, dejando claro que las ideas de su formación deben estar presentes en el nuevo Consell.

PP en la mira: críticas internas y presión nacional

Mientras se define el futuro del gobierno autonómico, las críticas internas y externas se intensifican. Isabel Díaz Ayuso ha vinculado la dimisión de Mazón con un ataque indirecto a la figura de Feijóo: “Lo que hay de fondo es que todo vale contra Feijóo”, declaró la presidenta madrileña, quien también apuntó a una “instrumentalización de la dana” por parte de quienes no “arrimaron el hombro ni antes ni después”.

En Vox también se percibe malestar con la dirección del PP. La portavoz del partido en el Congreso, Pepa Millán, criticó la gestión de los populares tras la tragedia: “El Partido Popular no sabe defenderse, no sabe defender a los españoles y sigue sin entender lo que tenemos enfrente o no lo quiere entender”.

Fuente: EFEBiel Aliño

Con esta tensión de fondo, y ante la posibilidad de que se active una nueva investidura o se convoquen elecciones, la Comunidad Valenciana entra en una etapa decisiva. La figura del síndic del PP, Juanfran Pérez Llorca, suena con fuerza, pero Vox ha evitado respaldar nombres hasta que el PP concrete su estrategia. “No vamos a entrar en elucubraciones”, zanjó Millán.

El calendario institucional ya está en marcha, pero las certezas son pocas. Lo único claro es que el desenlace de esta crisis marcará el rumbo de la política valenciana en los próximos años.