

En medio de un escenario político marcado por la crispación y la polémica, el Gobierno ha salido a defender sus políticas y su gestión frente a las acusaciones de la oposición. Desde Cuenca, elministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, reafirmó que el Ejecutivo trabaja para fortalecer la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, unidad clave en la lucha contra la corrupción.
Paralelamente, desde Sevilla, la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, defendió la transparencia de las cuentas del PSOE tras el requerimiento judicial que investiga las donaciones de José Luis Ábalos.
Ambos mensajes reflejan la voluntad del Ejecutivo de blindarse frente a las críticas del Partido Popular, a quien Marlaska acusó de "atravesar todas las líneas rojas", mientras Montero recalcó que el partido se encuentra "muy tranquilo" gracias a la transparencia y el control externo de sus cuentas. En sus palabras, quisieron mostrar firmeza y al mismo tiempo enviar un mensaje de confianza a la ciudadanía.
Estas declaraciones llegan en un contexto donde la tensión política se ha visto incrementada por la investigación sobre las donaciones de Ábalos y las críticas de la oposición, que acusan al Gobierno de falta de control interno.
Tanto Marlaska como Montero salieron al paso para subrayar que la prioridad es "reforzar los medios para luchar contra la corrupción" y "trabajar con la justicia".

Marlaska: "Más medios y más personal" para combatir la corrupción
Preguntado por la posibilidad de cambios en la UCO, Grande-Marlaska dejó claro que el Ministerio del Interior solo busca "más medios, más personal y mejor formación" para que la unidad pueda hacer frente "a la criminalidad organizada y, dentro de esta, a la corrupción". Según explicó, en los últimos años "se ha casi duplicado el personal de esta unidad con más formación al respecto".
El ministro insistió en que la política del Gobierno se basa en reforzar la profesionalidad y la independencia de los cuerpos de seguridad: "Solamente buscamos mérito y capacidad en los funcionarios públicos, quizá porque quienes estamos el frente del Ministerio somos funcionarios y sabemos que forma parte de nuestro ADN". Y lamentó que el PP "no entiende eso" y haya decidido "atravesar todas las líneas rojas" en su estrategia política.
Grande-Marlaska reconoció que le preocupa "la deriva a la que nos quiere arrastrar la derecha y la extrema derecha" y criticó los intentos de "inmiscuirse en la vida familiar y personal del presidente del Gobierno". "No es de ahora, porque estamos teniendo noticias de supuestas intromisiones en la vida privada del presidente y su familia desde 2014, cuando era secretario general" del PSOE, recordó.
En lo personal, aseguró encontrarse "razonablemente bien" y "comprometido" con un gobierno en el que lleva siete años como ministro, destacando la importancia de que el trabajo de la UCO y de otras unidades de policía se base exclusivamente en "los principios de mérito y capacidad".
Montero: "El PSOE es el partido con mayor transparencia en sus cuentas"
Montero quiso despejar dudas sobre el caso Ábalos y recalcó que en el partido están "muy tranquilos" porque "el Partido Socialista es el que tiene una mayor transparencia en sus cuentas". Añadió que estas están "auditadas por varias empresas y por el Tribunal de Cuentas".
Montero defendió que el PSOE "aportará toda la información necesaria desde la tranquilidad de que todo está absolutamente en orden" y recordó que el propio partido ha emitido un comunicado detallando el procedimiento de aportaciones voluntarias de altos cargos y diputados.
La investigación judicial busca aclarar "aparentes faltas de sintonía" en las donaciones de José Luis Ábalos entre 2014 y 2024, ya que Hacienda cifra dichas donaciones en 44.729 euros, mientras solo existe constancia bancaria de 8471 euros. Ante esta situación, el PSOE reafirma su disposición a colaborar plenamente para esclarecer los datos.
Un pulso político marcado por la tensión
Las declaraciones de Marlaska y Montero forman parte de una estrategia del Ejecutivo para responder a la ofensiva del PP, que ha cuestionado tanto la independencia de la UCO como la transparencia del partido. Con todo, el Gobierno insiste en que su prioridad sigue siendo reforzar los recursos contra la corrupción y garantizar que "los principios de mérito y capacidad" rijan la labor de las fuerzas de seguridad.
El mensaje que lanzan busca trasladar confianza a la ciudadanía: mientras Marlaska se compromete a dar "más medios, más personal y mejor formación" a la UCO, Montero defiende que "todo está absolutamente en orden" en las cuentas del partido.














