El discurso del Rey recibe elogios del PP y PSOE, pero provoca rechazo en la izquierda y los independentistas
El discurso de Nochebuena del rey Felipe VI, realizado el pasado 24 de diciembre, ha generado un aluvión de reacciones a lo largo del espectro político español.
El discurso de Nochebuena del rey Felipe VI, realizado el pasado 24 de diciembre, ha generado un aluvión de reacciones a lo largo del espectro político español. En su mensaje, el monarca hizo un llamado a la serenidad y la concordia, destacando temas como la inmigración, el acceso a la vivienda y la necesidad de mejorar la gestión de las crisis.
Mientras que el Partido Popular y el PSOE han elogiado su tono conciliador, partidos de izquierda y formaciones independentistas han criticado lo que consideran un enfoque "derechizado" y una falta de profundidad en la respuesta a problemas clave como la emergencia climática o la cuestión catalana. Así, el discurso ha servido de termómetro para medir la polarización política en España.
El PP y PSOE aplauden el mensaje de serenidad y unidad
Tanto el Partido Popular como el PSOE han respaldado las palabras del rey, especialmente su llamado a frenar el "ruido" político y a centrarse en los problemas reales de la sociedad.
Los socialistas destacaron la defensa de un enfoque digno para la inmigración y la necesidad de un rápido proceso de recuperación tras las tragedias naturales.
Por su parte, el PP celebró el mensaje de cohesión social y compromiso con el bien común, destacando el "conocimiento profundo" del monarca sobre la realidad española.
La izquierda y los independentistas critican el discurso "derechizado"
Los partidos a la izquierda del PSOE, como Sumar y Podemos, acusaron al rey de acercarse a posiciones más conservadoras, especialmente en temas como la inmigración y la vivienda.
Sumar señaló la "ambigüedad calculada" de sus palabras y criticó la falta de una postura clara frente a la emergencia climática y la especulación inmobiliaria.
Los independentistas catalanes, por su parte, recordaron el discurso de octubre de 2017, donde el rey apoyó la postura del gobierno español frente al referéndum catalán, exigiendo una disculpa antes de aceptar cualquier mensaje de unidad.