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La mecha se prendió ayer y la bomba explotó hoy. El lunes, CriteriaCaixa anunció a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la ruptura de negociaciones con el grupo energético emiratí Taqa para lanzar una OPA por Naturgy. Hoy martes 11 de junio, la acción de la compañía española se derrumbó hasta un 15,08% a falta de poco menos de una hora para el cierre de la sesión.

En el escueto comunicado se informa de que las negociaciones entre ambas compañías de cara a un posible pacto de cooperación relativo a Naturgy, "se dan por terminadas sin que se haya alcanzado ningún acuerdo".

El varapalo que el mercado le está propinando a Naturgy, primera gasista y tercera eléctrica de España, llega después de una espera de casi dos meses, cuando el 16 de abril se anunció el inicio de las negociaciones entre catalanes y los representantes de la firma de los Emiratos Árabes.

La buena acogida de la noticia duró hasta el lunes, ya que hasta ese día la acción de la energética española llevaba un incremento del 18%, llegando a alcanzar el título un precio de 25 euros, cuando a las 16:45 de hoy el papel se está comercializando en 21,12 euros.

Galizia Francisco

Se derrumba Naturgy por la ruptura del acuerdo entre Criteria y Taqa: estos son todos los motivos

La historia comenzó cuando el holding de participadas de La Caixa comenzó las conversaciones con la petrolera de Emiratos Árabes Unidos, Abu Dabi Nationa Oil Company -Taqa es su nombre comercial-, con el objetivo puesto en su entrada en el capital de Naturgy, en caso de que los fondos GIP y CVC, que entre ambos controlan el 40,41% de la compañía (20% y 20,41%, respectivamente) decidan abandonar, total o parcialmente, el capital de Naturgy.

Por aquellos días de mediados de abril, este movimiento a dos bandas fue recibido con beneplácito por la Bolsa, tanto que la acción de la gasista llegó a subir el día del anuncio hasta un 7%.

El otro actor, el Gobierno, que en sus manos está aprobar la operación, mostró su satisfacción por ese cambio de apellidos en el capital de la empresa, por lo que no se esperaba sobresaltos por parte gubernamental.

Lo cierto es que la salida - o pérdida de influencia de GIP y CVC, si la venta es parcial - traería calma al interior de Naturgy, ya que desde hace años la relación entre los socios estaba muy lejos de ser todo lo amistosa esperable.

Esta tirantez, en gran parte producto de una coalición de intereses, llevó, entre otras consecuencias, a una desvalorización de los títulos de la gasista de hasta 20 puntos porcentuales, hasta que la comunicación del inicio de las conversaciones entre españoles y árabes revirtió la tendencia bajista de la acción.

El matrimonio se rompió antes de llegar al altar

El lunes 10 todo saltó por los aires, ¿qué es lo que salió tan mal para que un futuro matrimonio que tenía todo para una feliz convivencia haya explotado antes de consumarse? Fuentes conocedoras de los entresijos de la operación revelaron que fueron varios los motivos que enturbiaron las negociaciones.

En primer lugar, estas mismas fuentes, afirman que las primeras discrepancias hay que buscarlas en la diferencia insalvable sobre el precio de la gasista española entre el comprador (Acqa) y los vendedores, los fondos GIP y CVC. Este último, recientemente adquirido por BlackRock, el más intransigente al plantarse en un precio de 27 euros por acción, cotización insalvable para la compañía emiratí.

Mientras Taqa intentaba reducir las pretensiones de CVC, mantenía negociaciones con CriteriaCaixa, principal accionista de Naturgy, dueña de una participación de un 26,7%, con el fin de articular el control de la energética tras la salida de los fondos GIP y CVC de la compañía.

A la diferencia del precio de la acción se le sumaron discrepancias por el reparto del capital, la gobernanza y el modelo de gestión a implementar en la nueva empresa, que terminaron enterrando un negocio estimado en más de 10.000 millones de euros, cifra que estaba dispuesta Taqa poner sobre la mesa para entrar en el accionariado de Naturgy.

En concreto, no son pocas las voces que afirman que Taqa, sorpresivamente, reclamó un mayor control de Naturgy, que incluso podría llegar a alcanzar el control de la compañía

En este punto conviene recordar que el objetivo de Criteria pasaba por pactar formalmente con el nuevo accionista una especie de cogestión mancomunada, de manera que los intereses españoles tuvieran preeminencia y capacidad de veto en las grandes decisiones estratégicas.

Esta idea fue apoyada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, como también viene haciendo en Talgo y concluyó con éxito en Telefónica. Operaciones también estás en alianzas de hecho con CriteriaCaixa.

Bajo esta sintonía, por abril Bankinter arriesgo que el objetivo de Criteria es resolver varios frentes a la vez: aplacar la tensa situación con el fondo australiano IFM y cuarto accionista; dar salida a GIP y CVC, blindar la españolidad del grupo y, finalmente, aumentar el escaso free float.

"GIP y CVC hace tiempo que cumplieron el periodo habitual de maduración para este tipo de inversiones y podrían estar dispuestos a vender si hay una buena oferta", arriesgó el banco en esa ocasión.

El IFM, ¿el caballero blanco inesperado?

El fondo australiano IFM, que buenos dolores de cabeza provocó al núcleo duro de Naturgy, le podría estar tendiendo la mano a Criteria tras su ruptura de la energética con Taqa. De hecho, y en caso de concretarse, suena a una especie de justicia poética.

No sólo porque el cuarto accionista de Naturgy se habría ofrecido a ayudar a salir del lío a Criteria, sino porque su relación como socio del dúo formado por Francisco Reynes, presidente ejecutivo de Naturgy, e Isidro Fainé, presidente de CriteriaCaixa y de la Fundación La Caixa, tuvo más bajos que altos. Además, sucede que el responsable de IFM en España es Jaime Siles.

Este joven ingeniero en caminos cerró, en 2021, una compra parcial de Naturgy para el fondo australiano, operación que en un principio buscaba controlar el 22,62%, e involucraba unos 5000 millones de euros, para terminar adquiriendo una participación del 10,83% hasta alcanzar el 15% actual.

Así las cosas, y tras verse obligado en moderar su intención original, la paz llegó después de una dura batalla con el accionista mayoritario. Y ahora sí, Siles estaría intentando aprovechar la oportunidad que se le abre con la salida de Taqa para incrementar su capital en la energética y dar salida a los fondos GIP y CVC, deseo compartido por Criteria y el Gobierno.

Si bien IFM guarda un estricto silencio de radio, los analistas arriesgan que el fondo maneja tres opciones, que van desde vender sus acciones, quedarse como socio minoritario o buscar otras alternativas para retener e incluso incrementar su poder en la empresa.

Para CriteriaCaixa, en cambio, sólo existe un camino y lo dejó muy claro en la nota que envió a la CNMV: reafirmar su compromiso como inversor a largo plazo con el proyecto industrial de Naturgy, apoyar explícitamente al plan de transformación en el que está inmersa la compañía y continuar manteniendo conversaciones para explorar posibles socios que pudieran permitir a Naturgy Energy Group profundizar su transformación y acelerar su transición energética.