

En esta noticia
La transmisión del patrimonio tras el fallecimiento de una persona ya supone una fase emocional compleja para los herederos, en la que se ceden bienes, derechos y expectativas al futuro. En este contexto, la aparición del Impuesto sobre Sucesiones (ISD) actúa muchas veces como un frenazo económico inesperado. Este tributo grava el incremento del patrimonio obtenido por causa de muerte en España.
Sin embargo, en 2025 surge una estrategia que está captando atención en el ámbito de la planificación hereditaria: la inclusión de una cláusula de libre disposición en el testamento permite que los herederos utilicen los fondos del difunto para cubrir los costes del impuesto sin necesidad de aportar liquidez propia.

Qué es exactamente la cláusula que puede salvar el pago del impuesto
Esta herramienta jurídica, conocida como “cláusula de libre disposición de herencia”, permite que los herederos accedan a los fondos del causante para liquidar el impuesto, sin necesidad de que sean ellos quienes adelanten el dinero.
La clave está en que el testador destine expresamente una parte de su herencia —normalmente el llamado “tercio de libre disposición”— para asegurar que los beneficiarios puedan hacer frente al tributo.
Pese a que no existe una disposición legal que exima completamente del impuesto mediante una única cláusula, la mención explícita facilita los trámites y evita que la falta de liquidez impida la aceptación de la herencia.
Cómo funciona la operativa en la práctica para los herederos
Cuando el testamento incluye esta cláusula, los herederos pueden presentar ante la entidad bancaria y la administración tributaria la documentación necesaria —certificado de defunción, últimas voluntades, testamento, adjudicación de herencia— para poder disponer de los fondos y destinarlos al pago del impuesto.
Gracias a ello, la entidad puede emitir un cheque a nombre de la Administración tributaria correspondiente con cargo a la cuenta del fallecido, lo que elimina para el heredero la necesidad de utilizar sus propios recursos.
Al incluir esta cláusula en el testamento, se permite que los herederos usen directamente el dinero del fallecido para pagar el impuesto de sucesiones, sin tener que adelantar nada de su bolsillo.
Cuáles son los límites y los errores habituales que se deben evitar
Aunque esta cláusula ofrece una ventaja, no elimina por completo la obligación del impuesto, ya que es un tributo legal que no puede suprimirse únicamente con un testamento.
Además, es esencial que la redacción sea diligente. Si la voluntad no está claramente expresada o no se cumplen los requisitos del testador y del banco, podría no operar como se espera. Algunos expertos advierten que la ley contempla mecanismos sin necesidad de cláusula, aunque ésta aporta seguridad.

Por otro lado, cada comunidad autónoma aplica su propia normativa sobre el impuesto de sucesiones, reducciones y bonificaciones. Por lo tanto, la ventaja de la cláusula se debe estudiar en función del territorio concreto.
La inclusión de una cláusula de libre disposición en el testamento se ha convertido en una fórmula estratégica para garantizar que la herencia no se convierta en un lastre económico inesperado para los beneficiarios.














