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"El Estado no moderniza, atrasa". Con esta primera definición, apenas comenzada su exposición, al ministro argentino de Desregulación y Transformación, Federico Sturzenegger le bastó para generar empatía con el auditorio que se dio cita en la sede madrileña de la patronal española CEOE, en ocasión del "Encuentro Empresarial España-Argentina: Balance de los dos primeros años de la Presidencia de Javier Milei".

Antonio Garimendi, presidente de la CEO, quien en las palabras introductorias afirmó que los empresarios españoles "seguimos con atención el proceso de reformas emprendidos por el presidente Milei", no pudo (o no quiso) disimular la satisfacción por lo que escuchó.

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La explicación está en que el tejido empresarial de España tiene en la mira cerrar alianzas público-privadas para dinamizar los proyectos con los que hoy cuenta Argentina, con especial atención en aquellos que pueden favorecer a las pequeñas y medianas empresas: "Muy importante van a ser las pymes españolas en este proceso argentino", sentenció.

Con todo, al tiempo que Garimendi matizó que la CEOE les pide a los países, incluida España, fortaleza de gobernanza pública y separación de poderes, sostuvo que su país impulsa la unión del Mercosur con Europa.

Sturzenegger, en su estilo campechano y desprovisto de todo protocolo, tomó la posta de la mano del mandamás de los hombres de negocios españoles, para asegurar que no hay agenda más pro pymes que la de Milei.

Esta agenda, abundó, se trata de llevar a cabo una profunda desregulación, ya que, de acuerdo a la visión del ministro, "el emprendedor, el pequeño industrial, quienes nos tienen los recursos de las grandes empresas para defenderse, son el colectivo que más sufre sin políticas desregulatorias".

Además, añadió, desregular es un antídoto contra la corrupción. "Muchas regulaciones surgen de lobbies que generan lo que en Argentina llamamos kioscos", ejemplificó.

Proceso de apertura, "beneficioso para todos"

Tras lanzar esta afirmación, Sturzenegger aseguró que bajo un sistema muy regulado sube el costo de todos los bienes, lo que no ocurre en un escenario fuertemente desregulado, ya que por sí misma, la regulación impone costes mayores.

En este terreno defendió la importación de bienes usados. "Por el decreto aprobado en marzo", explicó, "ahora los emprendedores pueden comprar maquinas usadas abaratando notablemente los costes".

Dentro de esta línea, el ministro económico, explicó que la presidencia de Milei se mueve sobre dos ejes centrales. Por un lado, cuando el libertario llegó a la presidencia la gente estaba asqueada. En gran parte por lo Milei definió como el sistema de costes sin crecimiento económico.

"La gente hizo un cambio radical", comentó a un público cada vez mas entregado, "antes los argentinos pensaban que el Estado le solucionaba los problemas y Milei les dijo que es el Estado el que les da problemas".

El segundo eje gira en torno a la resolución del desequilibrio fiscal. "Hoy estamos en superávit fiscal con bajada de impuestos. "El más importante que bajamos es el impuesto inflacionario", afirmó.

Y apuntándole a la oposición kirchnerista, a la que se refirió como "Kuka", sostuvo que bajar el gasto público es expansivo: "¡Cómo va a ser costoso bajar los impuestos, porque si bajo el gasto público puedo bajar los impuestos!, argumentó.

Por otra parte, cuando el ministro habló de la libertad económica salió en defensa de los empresarios diciendo que ellos no están para "buscar el mal". "Los empresarios", siguió, "están en el mercado para servir al prójimo".

Arma política

Sturzenegger, tras una pausa en la que aprovechó para fijar su mirada en el público, lanzó que cuenta con un arma potentísima, "X". Y lo explicó de la siguiente manera: "Yo pongo un comentario y el presidente lo retuitea. Esto lo interpreto como un claro apoyo a los ministros que, de esa manera, y a través de su poder, les elimina los obstáculos".

En otro orden, el ex presidente del Banco Central destacó "círculos virtuosos", formados por el boom de la energía y la minería. El primer caso, lleva consigo el aumento de las exportaciones tanto en gas como en petróleo, gracias a Vaca Muerta, junto con el desarrollo de la industria. Argentina, sostuvo, tiene una enorme ventaja porque "somos muy competitivos a nivel costes".

En cuanto a la minería, Argentina exporta poco, mientras Chile, lo hace muchísimo más, "y eso que compartimos la montaña". A fin de revertir esta situación, Sturzenegger sostuvo que es fundamental el desarrollo de los trenes, ya que es la clave para el transporte de los minerales.

Las reformas que vienen

Las clasificó en tres segmentos: Reforma del mercado de trabajo; Tributaria y reforma del Código Penal. En relación a esta última evitó explayarse ya que no es su área.

En cuanto a la laboral, dijo que los convenios inferiores prevalecen sobre los superiores. Por ejemplo, los de empresa sobre el nacional. Y lo argumentó en las diferencias existentes entre las distintas regiones de Argentina, ya que una provincia pobre no puede tener las mismas obligaciones que las ricas. "Una empresa de Sicilia no puede pagar el mismo sueldo que una de Milán", ejemplificó.

El orden del sistema tributario lo enlazó con el ahorro con las dispensas de los empleados públicos. "La reforma tributaria es una hijita de la motosierra", dijo.

Por último, se refirió a la alianza del Mercosur con la Unión Europea (UE). Acá Sturzenegger habló de la enorme capacidad de las compañías argentinas para insertarse en las europeas. Esa capacidad la atribuyó a la mentalidad innovadora de los empresarios argentinos.