Comprar una casa en Madrid es cada vez más difícil, pero aún existen alternativas dentro de la Comunidad. Cadalso de los Vidrios, un municipio situado en la Sierra Oeste de Madrid, es el pueblo más barato para adquirir una vivienda, con precios desde los 19.000 euros, según datos del portal inmobiliario Idealista.
El precio medio del metro cuadrado allí es de solo 932 euros, frente a los más de 4000 euros que se pagan en la media regional. Este pequeño pueblo madrileño, limítrofe con las provincias de Toledo y Ávila, ofrece precios hasta un 76% más bajos que zonas como Pozuelo de Alarcón, La Moraleja o la propia capital.
Cadalso de los Vidrios: el pueblo más barato para comprar una casa en Madrid
Ubicado a unos 80 kilómetros de la capital, Cadalso de los Vidrios destaca por tener el precio medio por metro cuadrado más bajo de Madrid, con 932 euros por metro cuadrado, frente a los 4013 euros por metro cuadrado de media regional.
Estos datos, publicados por el portal Idealista, también señalan que el inmueble más económico en venta en la localidad es una casa unifamiliar de 45 metros cuadrados por tan solo 19.000 euros. Aunque requiere una reforma integral, está situada en una zona tranquila y con acceso a todos los servicios esenciales.
Este importante diferencial de precio convierte al municipio en una alternativa cada vez más valorada por quienes desean vivir fuera de los grandes núcleos urbanos o invertir en vivienda a bajo coste.
Vivir en un pueblo cerca de Madrid: cuáles son los atractivos del lugar
Cadalso de los Vidrios es el pueblo más barato para comprar una casa en Madrid, pero también es un lugar donde se puede mantener una buena calidad de vida sin renunciar a lo esencial.
Este municipio, con poco más de 3200 habitantes, dispone de centro de salud con urgencias, centros educativos públicos, instalaciones deportivas y comercios básicos, lo que permite cubrir las necesidades del día a día sin depender de grandes desplazamientos.
Además, su riqueza patrimonial y su entorno natural lo convierten en un destino ideal para quienes buscan tranquilidad o una segunda residencia cerca de la capital.
Sus monumentos históricos, como la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y la Casa de los Salvajes, se complementan con rutas de senderismo y una activa cultura del vino, con bodegas locales y una tradición vitivinícola bien arraigada en la comarca.