Como casi siempre ocurre luego del primer impacto de una catástrofe, llega el momento de cuantificar las consecuencias económicas que dejó (y está dejando) a su paso. En este caso, hablamos de los aranceles que Donald Trump impuso a nivel global y que hicieron volar por los aires los acuerdos de Bretton Woods, que en 1944 establecieron un nuevo modelo económico mundial.
Así las cosas, los derrumbes de las Bolsas fueron la consecuencia inmediata del tsunami trumpista. Y no hay que dejar de olvidar que detrás de sus números, hay compañías y sectores como, entre otros, el de la construcción, que explica casi el 10% del PIB español y da empleo a cerca de 1,3 millones de personas.
Si nos fijamos en las tres grandes constructoras españolas - ACS, Acciona y Ferrovial - en plena debacle bursátil perdieron en el parqué más de 3000 millones de euros. Sin embargo, pasado el cimbronazo inicial, los inversores vuelven a confiar en el sector. En la tarde de hoy, las cotizaciones de las tres volvieron a pintarse de verde. Acciona, la que menos sube, lo hace un 2,72%. Ferrovial alcanza un incremento del 3,95%, mientras ACS, el campeón nacional del negocio, incrementa el valor de sus títulos un 5,73%.
El mayor optimismo de los inversores por la compañía que lidera Florentino Pérez obedece en gran parte al ambicioso plan de infraestructuras alemán, ya que podría verse beneficiada a través de su filial Hochtief. Pero antes, veamos las repercusiones de la política arancelaria de Trump sobre el sector.
Un impacto de 500 millones de euros
La Confederación Nacional de la Construcción (CNC) advirtió de que el giro arancelario de la Administración de Estados Unidos provocará un impacto negativo en las exportaciones de materiales de construcción en España próximo a los 500 millones de euros, cifra muy importante teniendo en cuenta que el año pasado el valor de los productos exportados por los socios de la patronal a Estados Unidos fue de 2367 millones.
Desde la patronal explicaron que el mercado estadounidense es el segundo destino de las exportaciones del sector sólo por detrás de Francia y por delante de Alemania, Portugal e Italia.
Siguiendo esta línea, el presidente de la CNC, Pedro Fernández Alén, afirmó que las ventas a Estados Unidos representan el 8,6% de la exportación total del sector de materiales de construcción y el 13% de toda la exportación española hacia ese país. Recordatorio que efectuó a la salida del encuentro al que asistió en Moncloa, junto con otros representantes de la economía reunidos para analizar la respuesta a la espiral arancelaria.
Por otra parte, CNC detalló que las exportaciones de productos químicos para la construcción superan los 530 millones de euros anuales; las de azulejos y baldosas, los 470 millones; o las de hormigón, yeso y cemento, los 326 millones, lo que hace un total de 1326 millones.
A su vez, la patronal reconoció que España apenas importa materiales de construcción desde Estados Unidos. "Por lo tanto", lamentó CNC, "el impacto resultará muy negativo para muchas empresas del sector de la construcción".
Con todo, para Fernández Alén es muy positiva la idea de recanalizar 5000 millones de euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para las industrias y empresas más afectadas por los aranceles, "esperando que no repercuta en las necesarias infraestructuras ya previstas".
Con la mirada puesta en el nuevo plan de inversiones e infraestructuras masivas, anunciado por la Unión Europea (UE) y cuyo presupuesto asciende a 800.000 millones de euros, el presidente de los constructores destacó que "el sector de la construcción puede resultar estratégico para canalizar y ejecutar adecuadamente la inversión con la que lograr la competitividad perdida de la UE en este cambio de época que nos conduce a un peligroso desorden mundial, así como para reforzar el mercado interno frente la resurrección del proteccionismo y poder convertir esta crisis de populismos en una oportunidad para fortalecer las democracias liberales que predominan en los países comunitarios".
Los aranceles arrastran las acciones de las constructoras
Las valorizaciones de las tres grandes empresas del sector tampoco escaparon a las negativas consecuencias del viernes y lunes negros que siguieron al anuncio de Trump. ACS, Acciona y Ferrovial dejaron en el parqué madrileño la friolera suma de poco más de 3000 millones de euros.
En aquellas jornadas, Acciona fue la más perjudicada con un descenso del 7,72%, que si sumamos los últimos cinco días, la caída alcanza al 9,59%, contabilizando la subida de hoy del 2,72%. La acción, en la tarde de la jornada, está comercializándose a 109,40 euros.
La desvalorización de ACS se situó en un 5,46%, porcentaje que en pérdidas se traducen en 774 millones de euros. A pesar de la subida de hoy del 5,21%, en los últimos cinco días la pérdida de valor de la compañía que lidera el presidente del Real Madrid, llega al 8,57%, con un precio por acción de 49,05 euros.
En tanto, la caída de Ferrovial es algo superior a la registrada por su principal competidor, ya que alcanzó el 5,52%. Los títulos de la empresa que preside Rafael del Pino están revalorizándose en un 4,06%, lo que no impide que en los últimos cinco días la caída llegue a un 7,29%, mientras la acción se vende a un precio de 38,70 euros.
ACS, nuevamente mimada por los inversores
A fin de acomodar su cartera tras el cimbronazo provocado por Trump, Bankinter comunicó que para el mes de abril continuará acentuando el perfil defensivo de las carteras, aumentando el peso en utilities y favoreciendo compañías protegidas, tanto en el frente comercial como bien posicionadas ante los estímulos fiscales y las inversiones en infraestructuras en Europa.
Como consecuencia de ello, la entidad financiera dijo que sustituyen las acciones de Inditex por títulos de ACS en la cartera de cinco valores, ya que la constructora "podría verse beneficiada por el ambicioso plan alemán de infraestructuras a través de su filial Hochtief, que representa alrededor del 70% de la valoración del grupo".
Los analistas de Bankinter subrayaron que este proyecto del nuevo Gobierno alemán podría elevarse hasta los 500.000 millones de euros en 10 años y beneficiar a la filial alemana del grupo español.
También destacaron que "el resto de negocios de ACS ofrece sólidos fundamentales, con crecimientos significativos". Punto seguido añadieron que la compañía cuenta con una rentabilidad por dividendo próxima al 4%, "fruto de una sólida posición financiera y una fuerte capacidad de generación de caja". Apoyándose en estos datos, Bankinter otorga a ACS una recomendación de compra con un precio objetivo de 60,6 euros por acción.
Así las cosas, la opinión predominante entre los analistas del mercado continuo es que no se ve una señal de debilidad de la acción mientras se mantenga cotizando por encima de los 40 euros. "Sin duda es un valor a tener muy en cuenta en las próximas semanas", afirman.