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Desde febrero de 2025, el Ingreso Mínimo Vital (IMV) benefició a 688.007 hogares, abarcando a 2.097.290 personas, según datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
A partir de inicios de año, la prestación media por hogar se sitúa en 511,2 euros mensuales, lo que eleva el total de la nómina de este mes a 391,1 millones de euros.
El IMV es una iniciativa diseñada para prevenir la pobreza y la exclusión social entre individuos que viven solos o forman parte de una unidad de convivencia y que no cuentan con los recursos económicos esenciales.
Ingreso Mínimo Vital: desigualdad de género y su impacto en la pobreza femenina
El Ingreso Mínimo Vital presenta un notable sesgo de género, con un 67,5% de los titulares (464.194) y un 53,4% de los beneficiarios (1.120.580) siendo mujeres, según datos de febrero.
Las mujeres enfrentan desafíos únicos en el contexto de la pobreza, ya que a menudo son las más afectadas por la desigualdad económica y social. La falta de acceso a educación, empleo y recursos financieros limita sus oportunidades de desarrollo y perpetúa ciclos de pobreza.
Además, las responsabilidades familiares y la violencia de género agravan su situación, dificultando su capacidad para salir adelante. Es crucial abordar estas desigualdades para empoderar a las mujeres y fomentar un desarrollo sostenible en la sociedad.
La ministra de Inclusión, Elma Saiz, destacó que la representación femenina en el IMV no es casual. Según la Encuesta de Condiciones de Vida del INE de 2024, las mujeres presentan peores índices en todos los indicadores de pobreza, especialmente en la pobreza severa, cuya reducción es un objetivo clave del IMV. A pesar de contar con los mejores datos de la última década, la brecha de género persiste y el IMV se presenta como una herramienta fundamental para combatirla.
La brecha de género en pobreza severa y el papel del IMV en su reducción
La Encuesta de Condiciones de Vida 2024 del INE revela que la pobreza severa afecta más a las mujeres que a los hombres en la población adulta. En mujeres en edad laboral, la diferencia es de medio punto, mientras que, en aquellas mayores de 65 años, la brecha se amplía a casi dos puntos.
En términos de pobreza general, las mujeres mayores de 65 años presentan una diferencia de 4,5 puntos y las de 18 a 64 años, de 1,5 puntos. Además, la tasa de riesgo de pobreza y/o exclusión social (AROPE) también es más alta entre las mujeres adultas en comparación con los hombres.
El ingreso mínimo busca garantizar un nivel mínimo de ingresos para las familias en situación de vulnerabilidad, lo que puede contribuir a mejorar las condiciones de vida de los menores. Al proporcionar un apoyo económico, se pretende reducir la pobreza infantil y fomentar un desarrollo más equitativo y saludable para todos los niños.
También tiene como uno de sus objetivos prioritarios la reducción de la pobreza infantil, un problema que también presenta una notable dimensión de género.
Esto es especialmente evidente en los hogares monoparentales, donde el 96% de los casos están encabezados por mujeres, según datos de enero, los más recientes disponibles.
Más del 68,9% de los hogares beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital tienen menores a su cargo, lo que equivale a 474.075 familias. De estas, 119.112 son monoparentales.
CAPI: Ayuda esencial para 867,256 niños en la lucha contra la pobreza infantil
El 41,4% de los beneficiarios son menores de edad, lo que equivale a un total de 867,256 niños, niñas y adolescentes.
El Complemento de Ayuda para la Infancia (CAPI) es una herramienta clave en la lucha contra la pobreza infantil. Este mes, ha beneficiado a 475,439 unidades de convivencia.
El CAPI, que forma parte del Ingreso Mínimo Vital (IMV), ofrece 115 euros mensuales por hogar para niños de 0 a 3 años, 80,5 euros para aquellos de 3 a 6 años y 57,5 euros para menores de 6 a 18 años. En enero, la ayuda media fue de 67,15 euros por menor y 121,96 euros por hogar con niños.
Desde su inicio, el IMV ha brindado protección a 2,9 millones de personas.
En febrero, se registraron 130.602 prestaciones activas adicionales en comparación con el mismo mes del año anterior, lo que representa un aumento del 23,4%. Además, el número de beneficiarios en estos hogares creció en 427.929, lo que equivale a un incremento del 25,6% respecto a febrero de 2024.
Desde su implementación en junio de 2020, en medio de la pandemia, el IMV ha beneficiado a 972,963 hogares, protegiendo a un total de 2,894,029 personas. De este grupo, más de 1.2 millones son menores de edad, alcanzando específicamente a 1,257,291 niños, niñas y adolescentes, lo que representa el 43.4% del total de beneficiarios.